España levantó su primer trofeo continental en 1964 tras vencer a la vigente campeona, la Unión Soviética, en el Estadio Santiago Bernabéu
La segunda edición de la Eurocopa, siguió el mismo formato que la celebrada cuatro años antes: eliminatorias de ida y vuelta hasta que se definiesen los cuatros mejores países europeos. En el caso de España, venía de firmar un decoroso mundial en Chile, por lo que era considerada como una de las posibles candidatas a alzar la copa.
Los futuros campeones comenzaron su ascenso a la gloria midiéndose con Rumanía. Los españoles jugaron el primer partido en suelo nacional, concretamente en el Estadio Santiago Bernabéu. El encuentro acabó 6-0, en una actuación estelar de Vicente Guillot, histórico ariete del Valencia CF, quien anotó un hat-trick. La vuelta del partido, celebrada en Bucarest, terminó con triunfo rumano por tres goles a uno, pero el holgado resultado en Madrid permitió que España pasase de fase.
Duelos intensos en Islas Británicas
Irlanda del Norte e Irlanda fueron los siguientes rivales de España en el torneo. La ida, jugada en San Mamés, acabó en empate gracias a los tantos de Amancio Amaro y Willie Irvine. Para poder seguir en la lucha por el título, los hispanos estaban obligados a ganar en Windsor Park. Paco Gento (goleador del partido), Luis del Sol y Luis Suárez firmaron un partido de vuelta soberbio, sin embargo el héroe de aquella tarde fue el portero del Real Betis, Pepín. De acuerdo a la crónica del Diario ABC, José Villalonga planteó un 4-3-3, planteamiento defensivo para la época, «por desconfiar de él -Pepín- y proteger la meta», pero esta estuvo «bien guardada por Pepín».
Tras el triunfo en Belfast, España estaba a una ronda de estar en la fase final de la Eurocopa de 1964. De nuevo, el primer duelo fue en territorio nacional, concretamente en el Ramón Sánchez Pizjuán. 5-1. Los dobletes de Amancio Amaro y Marcelino Martínez, y el tanto de Fusté culminaron una ‘manita‘ que puso pie y medio en la final four. La visita a Dalymount Park acabó en triunfo, pero no con un resultado tan abultado como la ida (0-2).
Sufrimiento en semifinales
España-Hungría y Unión Soviética-Dinamarca fueron los emparejamientos de la fase final, que se celebraría en Madrid y Barcelona. Las cuatro selecciones contaban con jugadores de una calidad suprema: Paco Gento, Florian Albert, Lev Yashin, Ole Madsen… España arrancó la semifinal muy sólida en defensa, con grandes intervenciones del arquero del Athletic Club, José Ángel Iribar. Chus Pereda, después de recibir un centro por banda derecha de Luis Suárez, cabeceó a la escuadra y adelantó a su país en el choque. A cinco minutos del final, la leyenda del Újpesti Dózsa, Ferenc Bene, aprovechó un rechace en el área pequeña para forzar la prórroga. En el 112′, ya en el el alargue, Amancio Amaro, después de recibir un pase con la cabeza de Fusté, logró batir a Szentmihályi con un zurdazo al primer toque.
Por primera vez, España estaba en la final de un torneo futbolístico. Su rival iba a ser la URSS, quien endosó un 3-0 a Dinamarca gracias a los tantos de Voronin, Ponedelnik e Ivanov. Cuatro años después de la renuncia española por cuestiones políticas, todo el mundo iba a ver como España y la Unión Soviética se enfrentarían en una final continental.
Duelo entre gigantes con un truco televisivo
21 de junio de 1964, un Santiago Bernabéu prácticamente lleno, la España de Iribar y Amancio Amaro contra la URSS de Lev Yashin e Ivanov. Los vigentes campeones contra unos dignos aspirantes al trono. Aquellos cuartos de final que nunca se llegaron a jugar, se resolvían cuatro años después, y esta vez, en una verdadera final. A las 18:30 horas, el colegiado inglés, Arthur Holland dio el pitido inicial frente a las 79.115 espectadores.
A los cinco minutos de partido, Luis Suárez aprovechó una jugada individual por banda derecha para centrar. El centro del gallego fue repelido desafortunadamente por Shustikov, y en el rechace, un habilidoso Chus Pereda mandó el balón al fondo de la red. El estadio estallaba de alegría, sin embargo, ese júbilo fue tan intenso como efímero. Tan solo dos minutos después, Khusainov, extremo izquierdo del Spartak de Moscú, devolvió las tablas al marcador con un golpeo raso esquinado desde el pico del área, después de un genial pase al espacio de Ivanov.
La fina lluvia de la capital hizo su aparición en la final, lo que perjudicó las condiciones del campo y obligó a que ambos equipos no pudieran ser tan verticales. Poco a poco, los de José Villalonga fueron siendo más agresivos, gozando de buenas ocasiones y finalmente, en el 85′, Marcelino Martínez, miembro de ‘Los Magníficos’, generación dorada del Real Zaragoza de la década de 1960, anotó el gol de la victoria definiendo un centro lateral con un testarazo potentísimo.
La versión conocida por todos los españoles a través del nodo, noticiario del régimen, fue que Amancio Amaro desde la derecha asistió a Marcelino con un centro templado a media altura. Años después se reveló que la toma del nodo fue ligeramente manipulada. La toma estaba incompleta, el remate estaba filmado, pero la asistencia original no, por lo que decidieron ligarlo con un centro anterior de Amancio. El pase original fue de Chus Pereda, quien regateó a Mudrik con una cola de vaca y antes de centrar a su compañero.
Sin más goles, el inglés decretó el final. España había hecho historia, era la legítima campeona de Europa por primera vez. Y aunque tendrían que pasar más de cuarenta años, es sabido por todo que no fue la única corona europea.
