Alcaraz pasa por encima del ídolo local, Jerry Shang, y se enfrentará en segunda ronda al también chino Wu Yibing
Como si del tifón Bebinca, que golpeó duramente a Shanghái hace dos semanas, se hubiese apoderado, Alcaraz dio todo un recital en su debut. Llegó muy justo de Pekín, compartiendo jet privado con Sinner y corriendo para poder estar a tiempo en el penúltimo Masters 1000 de la temporada, pero nada parece afectarle. Pletórico de confianza y en su mejor nivel desde Wimbledon. Apenas necesitó poco más de una hora para deshacerse de Jerry Shang, campeón en Chengdú hace siete días. Visto y no visto a base no tanto de brillantez como sí de solidez.
Se jugaron menos de 100 puntos para conformar el 6-2, 6-2 definitivo. Ni un juego le aguantó el jugador del 2005 a quién le está costando digerir su primer título ATP. Hoy se le vio muy nervioso, superado por el escenario. Los catorce errores no forzados y el paupérrimo 21% de puntos ganados con el primer servicio lo evidencian. Se tratará de una buena lección de aprendizaje para él, pues está llamado a hacer historia para su país. La segunda manga, sobre todo, se le hizo muy cuesta arriba, ya que Alcaraz entró en modo `showman´ y dejó puntos verdaderamente inentendibles.
Wu Yibing, el próximo escollo
La organización fue benevolente con Alcaraz y Sinner, pasándoles su duelo de segunda ronda al sábado. Movimiento que, aunque les dotase de un día más de descanso, les hace jugar mañana ya la siguiente fase. Allí espera Wu Biying, un jugador chino totalmente renovado tras una temporada durísima en cuanto a resultados. El chino de 24 años tocó el cielo la pasada campaña en Houston, donde se convirtió en el primer jugador de su país en levantar un título ATP. A partir de dicho momento, su tenis está en decadencia.
Llegó a ser el 54 del mundo y, un año más tarde, es el 560. Aunque cierto es que su buena semana en Shanghái le permitirá subir muchos puestos en el ránking, no es comparable. En el continente asiático es donde tiende a conseguir sus mejores resultados. Ganó el Challenger de Jinan este mismo año. Una temporada en la que solo ha disputado trece partidos, perteneciendo dos al vigente Masters 1000. Superó con cierta comodidad a Nagal y Jarry, dos jugadores asentados completamente en el circuito profesional. Amenaza con regresar a su nivel, pero Alcaraz se antoja inalcanzable para él sobre el papel.
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