El Obradoiro arrolla al Alega Cantabria en la reanudación del encuentro aplazado el pasado 7 de febrero por culpa del parqué
Desbocados y sin radar a la vista. Así marcha el Obradoiro por la actual Primera FEB. Un equipo, el dirigido por Félix Alonso, que parece haber llegado en su mejor forma a la parte decisiva de la temporada. Esta tarde, en el Vicente Trueba, activaron el modo rodillo en el Vicente Trueba para que Cantabria no se creyese, ni aunque fuese por un momento, capaz de dar la campanada. Y eso que al tratarse de un encuentro aplazado los santiagueses no contaron con Barcello ni Faggiano, pues no militaban en sus filas aquel 7 de febrero en el que el mal estado del parqué obligó a suspender el choque.
Era un ambiente extraño, atípico. Las circunstancias, arrancando siete arriba (19-26) y con un algo más de seis minutos para el descanso, así lo evidenciaban. La ausencia de jugadores importantes, la necesidad de retocar sistemas, como Quintela jugando de nuevo en el `1´, o la idiosincrasia del rival, rogando casi una victoria para salir del pozo, reforzaban dicha sensación. Y, aun siendo un cita complicada de afrontar mentalmente, el Obradoiro no se mostró dubitativo en ninguna instancia, teniendo claro que era mejor dejarlo encarrillado desde el inicio.
Una resistencia insuficiente
Lo trató de hacer a través de un parcial inicial de 0-8 que ampliaba la ventaja hasta la quincena (19-34). Sin embargo, respondió Cantabria tras un tiempo muerto, encontrando el camino hacia canasta mediante los 1×1 de Bulic sobre Brodziansky. El eslovaco, pese a gozar de buena movilidad, sufría fuera de la zona. Fue así, en parte, como la distancia se redujo hasta los seis puntos al descanso (34-40). Un asueto, a su vez, diferente, pues algunos jugadores todavía no habían disfrutado de minutos y casi primaba más que calentaran de forma adecuada más que el paso por vestuarios.
Desde el momento que Cantabria reaccionó, el choque entró en una fase de toma y daca constante que favorecía a los pasiegos, pues su objetivo era el de llegar vivos al final. Sin embargo, a mediados del tercer envite Obradoiro puso la sexta y, cuando lo hace, son muy pocos los equipos de esta categoría los que se pueden mantener a rebufo. Los de Lolo Encinas no son uno de ellos. Fue un querer y no poder para ellos, ya que la diferencia entre ambas plantillas fue más que notable. Mientras que todos los jugadores visitantes aportaban, los locales parecían bajar los brazos, algo también entendible cuando sumas cuatro derrotas consecutivas.
Se permitió Félix Alonso hasta darle minutos a Alonso Grela. El canterano, salvo plaga de lesiones, tiene muy complicado entrar en convocatorias con los nuevos fichajes. Él y Galán fueron los únicos que se quedaron sin anotar en un equipo con un puntaje muy repartido. Quintela y Davison, en el exterior, apoyaron al incombustible Balvin que, como viene siendo habitual, fue el más valorado del choque. Es, en suma, la séptima victoria consecutiva de un conjunto que ya iguala el balance con Palencia en esa lucha por el factor cancha en los playoff.
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