Los increíbles últimos dos meses de Badosa en el circuito la entrometen de lleno en la lucha por estar entre las ocho mejores de la temporada
Llegó a ser la número 2 del mundo, pero quizás sea ahora cuando esté alcanzando su mejor nivel. Título en Washington, `semis´ en Cincinnati, cuartos en el US Open y, de momento, semis en Pekín. El renacer de Paula Badosa desde que optó por no ir a los Juegos Olímpicos es digno de estudio. El 1 de julio era la 93 del mundo. Tres meses más tarde puede volver al top 10. Las WTA Finals eran un sueño inimaginable por el que ahora lucha, pues cuenta con ligeras posibilidades de colarse.
Antes de su partido de mañana frente a Gauff, la catalana cuenta con 2715 puntos en su marcador particular. Son 500 menos que Zheng, octava, y 700 menos que Emma Navarro, séptima. Ocho acceden a las WTA Finals, pero Krejcikova, duodécima por el momento, tiene garantizado su pase si finaliza entre las veinte mejores. Su título en Wimbledon la ampara. Es por ello por lo que Badosa deberá terminar entre las siete mejores a no ser que Rybakina extienda su baja en Riad. Eso permitiría que la octava también accediese.
Llegar a la final de Pekín supondría alcanzar la cifra de 3325, lo que la metería de lleno en la terna. Zheng, inmersa también en los cuartos de final de la capital china, podría seguir aumentando su ventaja de no hacerlo. Otras, como Navarro, se encuentran disputando el WTA 125 de Hong Kong con la premisa de sumar todos los puntos posibles. Cada encuentro en el mes de octubre suma para una batalla que se pronostica muy igualada.
El Wuhan Open, la oportunidad de Badosa
El calendario tenístico está cada vez más apretado y, pase lo que pase en Pekín, Paula deberá resetear su cerebro de nuevo para disputar el último WTA 1000 de la temporada, el Wuhan Open. Además del título y el prestigio, otros mil puntos estarán en juego. Para dicha cita todas las jugadoras inmersas en la lucha por las WTA Finals aparecen inscritas, aunque puede haber alguna sorpresa que otra de última hora. Este sábado tendrá lugar el sorteo del cuadro que esclarecerá más las opciones de cada una.
Badosa en los cuartos de final de Pekín. Photo by Emmanuel Wong/Getty Images
Lo más lógico es que, tras la finalización de la actividad en Wuhan, las clasificadas queden más o menos evidentes. Sin embargo, en el caso de que alguna plaza todavía esté en el aire, lo lógico es que las candidatas acudan bien a los WTA 500 de Ningbo o Tokio. El primero es inmediatamente después a Wuhan, por lo que se antoja complicado ver a las favoritas competir tres semanas consecutivas. El segundo, intercalado con tiempo entre el WTA 1000 y las WTA Finals, se presenta como el torneo definitorio.
Suceda lo que suceda, Badosa ya saldrá muy reconfortada de esta segunda parte de la temporada. Más allá del torneo de maestras, podría finalizar en el top 10 tras varios años fuera de él y con la moral por las nubes. Las lesiones y el tiempo fuera de las pistas la han hecho madurar, siendo ahora mucho más peligrosa. De estar a un simple torneo de perder el ranking protegido y tener que irse a jugar competiciones de menor nivel a soñar despierta con estar entre las ocho mejores del año en menos de tres meses.
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