El Obradoiro cae ante el Leyma Coruña en las semifinales de la Copa Galicia pese a ir ganando por doce en el primer cuarto
Se dio la cara, se mejoró en el aspecto defensivo y en el rebote, pero no fue suficiente. La lógica se impuso y, el equipo de categoría superior, acabó llevándose el billete a la final del domingo. El Obradoiro, pese a ello, se puede ir muy satisfecho de vuelta a Santiago tras firmar su mejor encuentro de pretemporada. Stephens sigue dando pasos adelante y, aunque todavía le cuesten ciertos movimientos y conceptos defensivos, es un arma letal en el ataque. Su capacidad de tres y su buen juego en el poste se convirtieron en un verdadero quebradero de cabeza para los de Diego Epifanio.
Quizás faltó algo de Davison, de los jugadores exteriores que, más allá de Nacho Arroyo en el último cuarto, estuvieron escondidos. Sergi Quintela, quién protagonizaba una gran oleada de pitos cada vez que tocaba el balón, fue totalmente intranscendente. Llegó a disfrutar hasta de doce puntos de ventaja el Obradoiro, equipo que dominó el marcador hasta que restaban ocho minutos para la conclusión. Ahí aparecieron Taylor y Barrueta para devolver a los de Gonzalo Rodríguez a la tierra a una semana para su debut liguero.
Sorprende el Obradoiro
Si alguien pensaba que el Obradoiro iba a cambiar su estilo por la entidad del oponente, estaban muy equivocados. Los de Gonzalo Rodríguez salieron al Pazo fieles a su manera de jugar, con mucha movilidad ofensiva y, sobre todo, sin miedo a lanzar desde más allá del 6,75. Stephens, con dos triples, rompía los moldes. El norteamericano, que apunta a ser una pieza fundamental para la liga, volvía completamente loco a Goran Huskic y anotaba diez de los primeros doce puntos de su equipo. Su extrema versatilidad le convertía en indetectable a ojos del croata.
La efectividad de los capitalinos les permitía abrir una ventaja de hasta doce puntos en el inicio (5-17). Al Leyma se le veía, por el momento, sorprendido, como sino tuviesen respuesta al rodillo que les estaba sometiendo. Y, es que, el Obradoiro estaba acertado hasta en el rebote, su cuenta pendiente las últimas semanas. Apenas concedían segundas oportunidades e incluso Stevic se daba el lujo de capturar varios rebotes ofensivos. Barrueta, por los coruñeses, era el único que encontraba el camino al aro, pues sus compañeros anduvieron muy torpones en el primer envite (18-27).
Davison defiende a Taylor. Fuente: Redes Sociales FBG
El segundo cuarto di paso al proceso opuesto. El Obradoiro, inevitablemente, bajó un listón el cual aprovechó el Leyma para meterse de lleno en el encuentro. Alguna que otra evitable pérdida provocó que la ventaja se fuese desvaneciendo debido a canastas fáciles al contrataque. Buenos minutos los de Alex Hernández, ex del Barca, quién, a base de penetraciones, encontraba lagunas en la muralla santiaguesa. Micovic y Galán, a base de triples liderados, trataban de mantener una ventaja que se quedó en los cuatro puntos (41-45) tras la canasta sobre la bocina de Aleix Font.
Nadie se arruga
Paradójicamente, era el rebote lo que estaba marcando la pequeña diferencia entre ambos conjuntos. Los niveles de efectividad, por encima del 50 % desde la larga distancia, sorprendían, pero en las segundas oportunidades dominaba el Obradoiro con holgura. Los de Gonzalo Rodríguez capturaron diez rebotes más que sus oponentes en la primera mitad (24), de los cuales siete fueron ofensivos. No solo es que los cogieran, sino que los tradujeron en ocho puntos a su favor, mientras que el Leyma no sumó si quiera una canasta en ese aspecto estadístico. Bendito problema el de los capitalinos.
La segunda parte arrancó de una forma menos espectacular, más pausada y táctica. Los porcentajes descendieron y el juego se volvió más tosco, embarrado. Al Obradoiro le costaba generar ventajas sin un Davison inspirado. Stephens, que seguía con un vertiginoso ritmo anotador, y la sangría del rebote ofensivo rival les mantenían por delante al final del tercer cuarto (61-63). Sin embargo, el Leyma Coruña llegó a igualar el marcador por primera vez desde el 3-3 gracias, en parte, a ocho puntos consecutivos de Brando Taylor. El estadounidense amenazaba con echarse al equipo a sus espaldas.
Las victorias se ganan a base de regularidad y, mientras que el Obradoiro iba a fogonazos, Basket Coruña se mantenía sólido. Otorgaban una sensible sensación de superioridad, como si tuviesen todavía un par de marchas más en la guantera. El empujón provocó que los de Diego Epifanio se pusieran por delante por primera vez a falta de ocho minutos para la conclusión. A los de blanco les tocaba sufrir e intentar tener posibilidades hasta el final, aunque la cara mostrada era, prácticamente, inmejorable.
Stevic lucha por el rebote. Fuente: Redes Sociales FGB
Cruel desenlace
Llegó a tener cuatro puntos de ventaja Coruña hasta la aparición estelar de Nacho Arroyo. El chileno, con tres buenas penetraciones, le dio la vuelta a la tortilla por completo. Cuando la lógica dictaba que los de menor categoría deberían bajar los brazos, demostraban que tienen plantilla para todo. A dos para el final, y con el enfrentamiento empatado a 77, Jakovics cometió su quinta falta personal y se convirtió en el primer eliminado de la tarde.
Los errores, como es habitual en los minutos finales, eran la tónica general. Micovic tuvo en sus manos romper la balanza con dos triples liberados que no consiguió convertir. Sus fallos contrastaban con la clarividencia de Brandon Taylor, el más acertado de los coruñeses. Pese a ello, el objetivo obradoirista estaba cumplido, habían llegado al último minuto con las opciones intactas. Tan solo uno por debajo y posesión para ellos.
No estuvo ágil Nacho Arroyo en la toma de decisiones, jugándose un triple desde nueve metros. El rebote, largo, generó un contrataque del Leyma Coruña que Barrueta concluyó con una jugada de tres. El Obradoiro, en definitiva, se cavó su propia tumba en esas últimas jugadas. Pese a ello, dio la cara ante un equipo ACB y demostró estar en un buen momento de forma para el inicio liguero ante el Estudiantes.
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