Alcaraz mete en el botín el primer punto de la fase clasificatoria para España después de que Machac se retirase lesionado
Nunca se habían enfrentado entre ambos. Machac estaba firmando uno de los partidos de su vida. Ganándole a Alcaraz en su casa, salvando a su país de caer a las primeras de cambio…pero su cuerpo dijo basta. El checo se rompió en la segunda manga y, pese a que trató de aguantar en pie todo lo que pudo, se vio obligado a decir adiós en el inicio del tercer set. Desenlace muy duro y agridulce para el que estaba siendo el mejor enfrentamiento de lo que llevamos de fase clasificatoria de la Davis.
La lesión coincidió con el mejor momento de Alcaraz en pista, justo cuando el murciano estaba consiguiendo darle la vuelta a una situación que se antojaba ciertamente complicada. Francia y Australia se vislumbran en el horizonte antes que el inminente partido de dobles que se celebrará en escasos minutos. A priori iba a ser Carlitos quien hiciese dupla con Granollers, pero viendo que la eliminatoria ya está decantada habrá que ver lo que decide David Ferrer.
Machac mete miedo
Ambos jugadores saltaron a la pista sabedores de que, en caso de que se llevase el duelo el español, el dobles sería insignificante en cuanto a su puntuaje particular se refiere. Lo lógico es que ello influenciara a Machac, que salía más nervioso de arranque. Eso sin contar el escenario y el estruendo de una afición española volcada con los suyos. Pues las dudas le duraron al checo un juego y, a partir de ahí, se convirtió en un absoluto dolor de muelas para el murciano.
Cierto es que a Alcaraz se le veía falto de confianza tras su decepcionante US Open, que no estaba desplegando su mejor tenis, pero lo de Thomas impresionaba a cualquiera. Sólido con el servicio, preciso desde el fondo y muy rápido de muñeca para resistir cualquier marcianada que se le ocurriese sacar de la chistera al mago. Así, prácticamente sin conceder si quiera al español una oportunidad de asomar la cabeza, se llegó al tie-break.
El desempate evidenció y confirmó las sensaciones de los anteriores juegos. Era Machac el que llegaba mejor, el que mejor prestaciones estaba demostrando. Carlitos solo podía resistir a su palos y buscar de forma desesperada romperle el ritmo. La pista, rápida y cubierta, se adaptaba mejor a lo que proponía su rival. 7-6 (3) en una hora era el entrante del que prometía ser un duelo estelar.
Un desenlace trágico
Era la primera vez que se veían las caras y ello también podía explicar lo atónito que estaba Alcaraz. No se esperaba una bola tan rápida por parte del checo, aunque el aroma que desprendía era de necesidad de tiempo de adaptación. Sino estaba siendo lo suficientemente peleado y duro el choque hasta el momento, Carlitos le dio una vuelta de tuerca más. Quizás no estaba siendo su mejor día, pero el no iba a abandonar la Fonteta sin la certeza de haberlo dejado todo.
A veces se tiende a dictaminar que un gran punto vale lo mismo que un ace o una doble falta. Sin embargo, hay momentos y situaciones en las que una jugada lo puede cambiar todo. Alcaraz corrió lo indescriptible para salvar una bola y gozar de una bola de break a favor. El esfuerzo tuvo su recompensa y significó un cambio de inflexión por completo. Confirmó la rotura en el siguiente intercambio y amenazó con volar hasta el final.
Desgraciadamente, al mejor juego del partido lo prosiguió una imagen cruenta. Machac sufría dolencias musculares y apenas se tenía en pista. Sacar se convirtió en una absoluta quimera y al resto se dedicaba a soltar el brazo por si le sonreía la suerte. Perdió la segunda manga 6-1 y se fue al vestuario soñando con una pócima mágica que no llegó. Tras darse una nueva oportunidad en el tercer set, racionalmente optó por retirarse y no arriesgarse de forma innecesaria.
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