Jorge Martínez, exentrenador de Alejandro Galán y Juan Lebrón, y actual director de la M3 Academy y técnico de Bea González y Delfina Brea, ha concedido una entrevista al Diario Marca en la que repasa el final de la dupla, el proyecto de Bea y Delfi y sus proyectos a futuro
¿Cómo ha vivido estos días en México?: «El esfuerzo que se ha hecho en Acapulco es tremendo. He podido dar un paseo por la playa y hay todavía un montón de edificios arrasados y destruidos. Me parece un milagro que se haya hecho este torneo y tan bien. Han hecho un esfuerzo tremendo por sacar esto adelante y por seguir su vida con cierta normalidad, porque te cuentan cómo lo han pasado… y no te das cuenta de la magnitud hasta que lo ves, de verdad».
Sabemos que el pádel tiene su origen en México, pero, ¿cómo ve a la afición del país hacia el circuito profesional?: «Hay una afición digamos per sé de la gente que juega, que es bastante entendida del pádel, conoce la competición y los jugadores… Hay mucha afluencia a los estadios, cada vez más. Y luego está la Federación Mexicana que me consta que está trabajando duro para dar estructura a toda esta afición, a los clubes y al desarrollo para que todo vaya de la mano. Creo que se está haciendo una buena labor».
Un torneo que ha sido el último de Galán y Lebrón. ¿Se le hace raro que esta pareja acabe?: «Todavía no se me hace raro, se me hace difícil de asimilar. Es una pareja en la que hemos trabajado mucho, hemos insistido pasando momentos malos y también maravillosos. Pese a ello han seguido juntos por encima de todo. En la academia ese ha sido uno de nuestros mantras: perseverar, continuar, superar las adversidades… esto es el deporte y la vida. Cuando vemos tantos cambios de pareja, no nos gusta, aunque controlamos hasta donde podemos. Lo de Juan y Ale lo afrontamos con tristeza porque les queremos mucho a los dos. Luego ya una vez superado esto, empezaremos a pensar en que esto sigue y que habrá que buscar otros objetivos».
¿Qué sintió cuando acabó la final?: «Te diría que lo peor fue antes de empezar cuando fui consciente de que era nuestro último partido y el fin de una etapa llena de experiencias muy intensas. Ahí afloraron todos los sentimientos. Fue un momento muy emotivo. Ya durante el partido nos enfocamos, al menos lo intentamos y nos superaron claramente. Después ya solo quedaba disfrutar de los últimos momentos».
Hemos conocido las versiones de Juan, primero, y de Ale, después, sobre lo ocurrido en pista en el partido de octavos de Doha ante Garrido y Yanguas. ¿Cómo lo vivió usted?: «La reacción de Lebrón es inadmisible, te pongas como te pongas. Aunque intentes justificar el comportamiento del rival con pérdidas de tiempo, parar el partido, hablar con el árbitro… todo esto está permitido en el reglamento y dentro de lo que el árbitro les permita. Si él no canta un warning de tiempo, probablemente no se hubiera llegado a esa situación. Pero es que da igual todo esto porque lo que marca el acto así es la reacción de Juan, algo que, repito, es injustificable».
Todo lo demás da igual. Fue desproporcionado y es una pena. Todos los que conocemos a Juan sabemos que es un jugador muy emocional y en ese momento su parte de ‘elefante’ -esto es un guiño a algunos de mis compañeros- dominó a la parte del jinete. Estos actos tienen unas consecuencias que ya se verá cuáles son».
¿Habló con ellos después del partido?: «Yo como entrenador y responsable de la pareja tengo que tener un punto de calma y frialdad, intentando ser más analítico. Yo hablé con Juan en el vestuario después. Estaba algo más tranquilo, y ya me subí a la cabina de Premier Padel para comentar el siguiente partido. Ya poco después me llama Ale y me comunica su decisión. Ya llama a Juan y se la dice también… y yo ya solo podía aceptarla. Él me informó, no me consultó, y a partir de ahora se abre otro escenario que veremos cómo resolvemos. Esto no tiene más misterio y las cosas son así».
¿Entiende la decisión de Galán?: «Yo no puedo ponerme en la piel de Ale. La decisión no la toma por un punto aislado o un hecho concreto. Ha sido un proceso, en la vida siempre hay puntos de inflexión y éste ha sido uno porque él consideró que necesitaba hacer un cambio, creo que más vital que profesional. Todos los aficionados estamos convencidos de que juntos son más fuertes, pero ahora se abrirán otros caminos que quizás nos hagan ver que por separado son igual de fuertes, y puede ser, eh. ¿Pueden conseguir grandes cosas por separado? Yo creo que sí, ambos son muy capaces y los compañeros que han elegido son muy buenos».
Después llegó Acapulco esta semana… y el gesto de Lebrón con la camiseta. ¿Qué le pareció?: «Me parece una anécdota sin mayor importancia, un gesto reivindicativo, de un jugador que se ha sentido juzgado, y que aún reconociendo su error y habiendo pedido disculpas continuaba siendo muy criticado. No es de mi agrado ese, ni ningún tipo de gesto o de celebración excesiva. Creo que en la mesura está la virtud. Esto es una visión personal, por eso no me gusta al igual que tampoco lo me gustan otros comportamientos similares».
¿Qué papel tuvo usted y el equipo de la academia en la ‘no separación’ de Lebrón y Galán a finales de 2023?: «Como siempre, les di mi punto de vista creyendo lo que es mejor para los dos. A veces me hacen caso… y la mayoría de veces no me lo hacen, no nos engañemos. El entrenador tiene la influencia que tiene e intenta hacer lo mejor desde otra perspectiva para sus jugadores. El año pasado yo estaba convencido de que lo mejor era que siguiesen, pero hasta el último partido no tomaron la decisión.
Sí es cierto, y si de algo puede valer, yo a los Reyes Magos les escribí una carta y les pedí a Lebrón-Galán juntos, se lo hice saber… y me trajeron un regalo que fue una gran alegría para mí y para todo el equipo de M3. Ese es nuestro papel, intentar fortalecer las parejas, ellos creyeron en lo que les proponíamos porque también creo que en sus mentes ellos sabían que lo mejor era eso».
Y ahora, ¿qué? ¿Seguirá Galán en M3? ¿Y Lebrón?: «No puedo desvelar nada. Estamos en un proceso viendo cómo nos vamos a organizar unos y otros. El tiempo pondrá a todos en su sitio, cada uno con su proyecto, pero no niego que a nosotros nos gustaría estar en todos los que sea posible porque tenemos muy buena relación tanto con Ale como Juan. Me gustaría decir que nosotros tenemos mucho que decir, pero no es así. El que decide es el jugador. Los entrenadores acompañamos e intentamos que el proyecto funcione. La última palabra la tienen los jugadores, y ahora mismo no se ha tomado ninguna decisión».
¿Cómo ha visto a los ‘nuevos’ Galán y Lebrón que ha dejado 2023? Han sufrido ambos un equipo destacado en sus formas de jugar: «Espero lo mejor de ambos porque lo tienen todo. Juan ha demostrado que, perdiendo su mayor arma, la pegada, ha sabido buscar otros caminos alternativos para conseguir ganar puntos. Mira, te cuento una anécdota para entender esto. Cuando a Juan le proponíamos ejercicios en la academia en los que no podía pegarle a la bola, precisamente para buscar alternativas en su juego, se pillaba unos cabreos inhumanos. Y mira, al final, todo ese trabajo que parecía no valer en ese momento al final ha dado sus frutos.
Para él mismo ser capaz de jugar sin pegarle y ganar es importantísimo, y si ha logrado eso, puede conseguir lo que se proponga. En el caso de Ale, como consecuencia de este cambio de Juan ha adoptado un papel más dominante y decisivo. Hemos encontrado un Galán más maduro y que ha crecido mucho como jugador. En definitiva, los dos han crecido a raíz de facetas en las que quizás no eran los más fuertes, y así les veo capaces de afrontar cualquier reto con garantías de éxito».
Bea González y Delfina Brea: principal objetivo, conseguir el número 1
Cambiando de tercio, vamos al femenino. Bea y Delfi se postularon en 2023 como alternativa seria al número 1, y aunque en general no guste hablar de objetivos concretos, entiendo que el de esta pareja pasa por acabar en lo más alto, ¿no?: «Sí, y si te dijera que no, te mentiría. Queremos ser números 1 porque hemos visto que podemos. Otra cosa es lo que planteen las demás, y te diría, de verdad, que hay unas ocho parejas que te pueden ganar en cualquier momento. Nuestra idea es esa, sí, sabiendo que tenemos que mejorar cosas de nuestro juego en las que estamos bastante verdes. Y si no se logra este año, se intentará el siguiente.
Hay mimbres, las jugadoras son buenas y competitivas, tienen recursos… está bien que lo tengan en su cabeza, pero para potenciar eso tienes que mejorar lo otro como la parte física o la táctica. Si logramos eso podemos competirles a todas como hicimos a final de 2023″.
¿Qué tareas pendientes concretas diría que tienen Bea y Delfi?: «Tenemos que mejorar la parte física, hay un camino que recorrer pero con mucho potencial. La otra es la parte atencional, es decir, mantenerla más tiempo durante los partidos porque aún tenemos demasiados picos. Yo creo que si mantenemos ese nivel de juego y lo alargamos algo más en el tiempo, se mejorará mucho».
¿Qué diría que tienen a día de hoy Ari y Paula que no tenga el resto para mantenerse en lo más alto?: «Yo diría que tienen todo lo que tiene el resto de parejas pero un poco mejor. Físicamente están muy bien, luego Paula es una jugadora que desequilibra mucho, cuyo juego es muy difícil de descifrar, y luego tiene al lado un seguro de vida llamado Ari, que es muy sólida, sabe leer bien los partidos y defiende increíble.
Son una combinación muy buena y creo que en general están un puntito por arriba, aunque eso no significa que no se las pueda alcanzar. Pero, recalco, hay otras parejas que tienen un potencial muy bueno como Jensen-Castelló, Salazar-Icardo, Martita-Vero, y luego Claudia, que va a ir evolucionando mucho durante el año, y teniendo al lado a un seguro como Gemma… No me quiero dejar a ninguna, y que me perdonen, pero creo que todas las que te he dicho van a estar ganando torneos».
¿Qué jugador/a o qué pareja de M3 Academy tiene en el punto de mira porque crea que va a lograr grandes cosas en el futuro?: «Tenemos varias que están muy bien, la verdad. De chicas me gustan mucho Noa Cánovas y Jimena Velasco. También Sofi Saiz, que es de la misma edad y con un futuro tremendo. También Lorena Rufo, que a poquito que mejore en algunas cosas, sobre todo a nivel mental, estará en los primeros puestos. Luego Marta Talaván, Nuria Rodríguez… están trabajando muy bien.
Luego en chicos te diría a Luis Hernández e Iñigo Jofre, que desde la unidad y el trabajo están consiguiendo muchas cosas. Ya a nivel individual me gusta mucho Fran Guerrero. Le veo como jugador diferencial. Y también Arnau Ayats. Y ya está Álex Arroyo, que aunque se ha ido hace poco de la academia creo que es justo reconocer su potencial porque merece mucho la pena».
¿Cómo se le plantea el año fuera de las pistas, en las cabinas de Premier Padel comentando partidos?: «Que vaya a seguir o no en Premier Padel no depende de mí. Yo, cuando me llaman, lo disfruto y me lo paso muy bien. Estoy bien acompañado de grandes profesionales porque me lo ponen todo muy fácil. Yo solo tengo que decir lo que veo y ellos me van modelando sobre cómo debo hacerlo, cuándo debo entrar… Me gusta mucho, y cuando haces algo que te encanta, casi ni te planteas que sea un trabajo».
Y en los banquillos como coach, ¿hasta cuándo tendremos a Jorge Martínez? ¿Vislumbra ya una fecha de fin?: «Sí, claro, que le pongo fecha de caducidad. En mi cabeza está vivir de otra manera aunque me encanta lo que hago, pero son muchos años compitiendo y creo que soy el más viejo de todo el circuito. Me lo paso fenomenal con mis chicos y con el resto de entrenadores, pero les saco 20 años mínimo a todos. Creo que más pronto que tarde será el momento de dar un paso a un lado. Seguiré ligado al pádel, entrenando o comentando. No tengo en la cabeza por dónde irán los tiros, pero sí que este año quiero cumplir algunos objetivos y el año que viene plantearé, probablemente, otra cosa».
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