Comparecía el técnico del RCD Mallorca tras la victoria ‘sobre la bocina’ de su equipo frente al Rayo Vallecano por dos goles a uno gracias a un gol de Muriqi en el minuto 91
Valoración de la situación del equipo: «En febrero no desciende ningún equipo. Esto es hasta el final. Es una buena ventaja, pero peores cosas hemos visto. Hay que seguir corriendo y mejorando, pero sobre todo hay que seguir sacando puntos en casa».
Valoración del partido: «No me gustó la primera parte. Estábamos muy nerviosos con esa necesidad de ganar. Les vi muy tensos con y sin la pelota. Nos sobraba un defensa, por lo que cambiamos el sistema metiendo a Abdón. El gol nos dio mucha seguridad, pero se nos acabó la gasolina en el minuto 70 y les regalamos el empate. A partir de ahí, ellos merecieron ganar. Yo vi más cerca el 1-2 que el 2-1. El fútbol es así, en una jugada aislada ganamos el partido».
¿Firmaban el empate?: «Ellos tratan muy bien la pelota y tenían un margen de cuatro puntos sobre nosotros, no nos apretaron. Cuando lo hicieron, casi nos ganan. Son seis puntos sobre el descenso, y pese a que queda mucha liga, nos queda una semana mucho más tranquila».
¿Mereció ganar el Mallorca?: «Entiendo lo que debe estar pensando el Rayo porque ya nos ha pasado a nosotros también. No sé si merecimos ganar, peor el esfuerzo del equipo tuvo premio. Nos vamos muy contentos porque nos merecíamos esto».
Muriqi: «Estuve cerca de quitarlo. Al final le dejamos y salió bien. Necesita los goles, ya que es su alimento. Y si encima te da los tres puntos, pues aún mejor».
¿Supone la victoria un cambio de dinámica?: «No lo sé, pero si miras la clasificación supone un respiro. A partir de ahora, espero poder jugar más relajados y más tranquilos. Veníamos jugando bien pese a que no lográbamos la victoria. Nosotros no vamos a bajar el pistón, seguiremos compitiendo todos los partidos como lo hemos hecho hasta ahora».
Sobre el arbitraje: «El árbitro hace su trabajo como yo hago el mío. Es culpa de nosotros que vamos a protestar constantemente. Es muy fácil echar la culpa al árbitro, una excusa muy barata».