Dragan Bender pasa las pruebas médicas y regresa a Santiago tras la dura lesión que le apartó de las canchas cuando apenas había comenzado su andadura en el Obradoiro
Dragan Bender recaló en la capital gallega en agosto de 2022 y, en apenas dos meses, se convirtió en el ídolo de la afición. En los diez partidos que pudo disputar bajo las directrices de Moncho Fernández promedió más de 17 puntos y 6 rebotes por encuentro. Sin embargo, una lesión en el ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda le ha mantenido alejado de las pistas algo más de un año.
En la tarde del miércoles el pívot ha viajado a Santiago para hacerse unas pruebas médicas con el club. Unos test que no han evidenciado ninguna aflicción médica ni física por parte del croata que, según ha confirmado Raúl López, presidente del Obradoiro, regresará a los entrenamientos con el equipo. Su vuelta a las canchas, que está más cerca que nunca, tiene un claro objetivo: salvar al Obradoiro de la catástrofe del descenso.
Ataque, defensa y experiencia: un jugador completo
Precisamente, es en la pintura donde se desangran los gallegos, pues Rubén Guerrero no está consiguiendo acompañar las buenas actuaciones de Pustovyi. El equipo se resiente mucho cuando el ucraniano tiene que pasarse por el banco a descansar y la incorporación de Bender podría poner un parche a la hemorragia. El `2´ no solo anotó mucho en su primera etapa en el Fontes do Sar, sino que lo hizo con un elevado porcentaje, por encima del 50 % de acierto.
Aunque Dragan Bender destaca por su aportación ofensiva, también será de gran ayuda en la parcela defensiva. Es ahí donde más sufren los santiagueses que encajan prácticamente 85 puntos de media por partido. Unos números que, pese a ser parecidos a los del resto de competidores, son impropios de un equipo llamado a luchar por objetivos mayores. Además, el croata ya conoce a varios de sus compañeros, por lo que el entendimiento en las ayudas no será un problema.
El Obradoiro se ha dejado muchas victorias fuera de casa por el camino en los últimos minutos. No ha sabido gestionar esas últimas jugadas que, de haberlo hecho con efectividad, les colocarían en otro escenario muy diferente al actual. En Andorra cayeron por tres puntos, misma distancia que en Granada e incluso un dígito más que en Barcelona, donde se tiró el partido tras tenerlo controlado durante gran parte del último cuarto.
Una cuestión, la de las malas decisiones en los últimos instantes, que preocupa dentro del seno obradoirense. Pese a no ser un veterano del deporte, apenas acaba de cumplir 26 años, la experiencia que Dragan Bender puede aportar al equipo es vital. El croata se ha curtido en la NBA y en la Euroliga, las dos grandes competiciones del baloncesto internacional, y ahora pretende plasmar todo ese bagaje en Santiago. Finalizar la tarea que tuvo que dejar a medias la pasada temporada.
