Jannik Sinner levanta su séptimo título de la temporada tras vencer a Djokovic en la final del Masters de Shanghai
El 2004 de Federer, el 2008 de Nadal, el 2015 de Djokovic y ahora, el 2024 de Sinner. Con este título en Shanghai, y a falta de Paris-Bercy, ATP Finals y la Copa Davis, el italiano está firmando una temporada de leyenda, histórica en cuanto a números.
La hazaña se magnifica si has jugado dos partidos contra Novak Djokovic en el año y le has ganado los dos. Eso es precisamente lo que Sinner ha logrado en el día de hoy. Su tercer Masters 1000 del curso tenístico lo consigue en Shanghai, en dura, superficie donde sólo ha perdido tres partidos en este 2024.
El dominio es tal que casi ni se ha inmutado contra una buena versión de Djokovic. Ni la mejor pero ni de lejos la peor. Sinner se marcha de China pudiéndose sentir el Rey del país. En Beijing, ATP 500, perdió con Alcaraz, pero es él el que ha conseguido el torneo más prestigioso de esta gira asiática de otoño.
Sinner celebra tras vencer la final de Shanghai: (Fotografía de Lintao Zhang/Getty Images)
Más clutch imposible
Se iban a enfrentar el número 1 del mundo contra el tenista que más semanas tiene en el número 1. Dos jugadores especiales. El inicio de partido entre los dos venerados se presentaba parejo, con dos tenistas que cerraban con comodidad su juegos de servicio.
Se pudieron ver de alta calidad y tensión, pero que lamentablemente se quedaron a medio camino de ser algo más. Se tenía la sensación de ver un buen partido, pero no uno histórico. Difícil no soñar con la gloria cuando estos dos se citan en pista pues casi todos sus anteriores encuentros son magnánimos.
El primer set, como previsto, se decantó en el tiebreak. Djokovic, rey de los desempates, podía partir como favorito. En todos los juegos anteriores al desempate, el serbio tan solo había cedido seis puntos con su servicio. El de Belgrado estaba jugando un gran tenis, pero Sinner seguía amarrándose.
Esa constancia de Jannik acabó por dar sus frutos en el tiebreak para convertirse en dominio. Los golpes de Sinner eran más rápidos que durante todo lo que restó de set. Nole, contrariado, no pudo remontar un 5-1 abajo. El de San Cándido cerraba el primer parcial. 7-6 en 58 minutos.
En la segunda manga el break del italiano llegaría pronto. 3-1 se ponía el mejor del ranking para empezar a dar la sensación de que ya no había vuelta atrás. Djokovic no pudo contrarrestar la violencia que Sinner imprimía a la bola. Sin mucha más dilación, los juegos se sucedían pero el contrabreak no caía.
Sinner sacó para cerrar el partido y lo cerró. Tenía tanta confianza en sí mismo que ni se inmutó en jugar bien el último servicio de Novak. En un abrir y cerrar de ojos, el aficionado vio por primera vez en la historia a un chico de Italia levantando el trofeo del Masters de Shanghai. 7-6 y 6-3. 1h40.
Sinner y Djokovic en la ceremonia de trofeos de Shanghai: (Fotografía de Lintao Zhang/Getty Images)
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