Mireia Belmonte deja en el aire su futuro tras no aparecer en ninguno de lo grupos de los CAR definidos para la temporada 2024/2025
El futuro de la mejor nadadora española de la historia pende de un hilo. Mireia Belmonte, cuádruple medallista olímpica, no formará parte de ningún grupo de alto rendimiento para la presente temporada y deberá preparar el nuevo ciclo olímpico (si lo hace) en un club. Se suma al ya conocido rechazo de Hugo González a la RFEN, Real Federación Española de Natación, y sus grupos de entrenamiento. El máximo referente actual y doble finalista en los Juegos Olímpicos de París, se ha declinado por entrenar con el Terrasa tras su vuelta de Estados Unidos. Un reconocido club catalán al que también se incorporará su amigo César Castro, quién la pasada temporada estuvo bajo las órdenes de Ben Titley en Sant Cugat.
La gran modificación a nivel estructural es la rescisión de Sean Kelly de su puesto como Director Nacional de Rendimiento de Natación y Aguas Abiertas. Santi Veiga, habitual en categorías inferiores en las que ya ha trabajado con muchas de las promesas emergentes de nuestro país, será quién coja el puesto del irlandés. Los principales grupos sí que se mantienen con Ben Titley en Sant Cugat, Rob Greenwood en la Blume y Xavi Casademont como jefe del reciente centro de alto rendimiento de Málaga. Los tres entrenadores, siempre bajo la supervisión de Veiga, serán los encargados, a priori, de la puesta a punto hasta Los Ángeles 2028.
Si Mireia Belmonte, ausente en París, ya reclamaba más apoyo de la federación en la previa de la ceremonia inaugural, habrá que ver cuáles han sido los motivos de que abandone Sant Cugat. El centro catalán ha sido su casa durante muchos años y son múltiples las posibles causas de su marcha, pudiendo ser la retirada una de ellas. La que fuese la abanderada de la delegación española en Tokio 2020 cumplirá 34 años en noviembre y llegaría con 37 a Los Ángeles. Una edad aparentemente poco adaptable a las pruebas en las que acostumbra competir. «Me faltan apoyos por parte de la Federación para seguir entrenando, va a ser complicado poder seguir», comentó en Radio Marca.
Los grupos de entrenamiento
Málaga seguirá contando con los mejores fondistas del panorama nacional. Carlos Garach y Ángela Martínez, debutantes olímpicos en la capital gala, liderarán un grupo conformado por nueve nadadores. Paula Otero, Mario Méndez y Carlos Ortiz continuarán allí, mientras que Alba Rubio, Ariadna Malo y Clara Martínez se incorporarán este año bajo las directrices de Xavi Casademont. Alberto Martínez y Alejandro Puebla abandonaran el calor andaluz tras no haber conseguido los resultados que se esperaban de ellos en los últimos tiempos.
Sant Cugat seguirá siendo la casa de diez nadadores pese a las bajas de Mireia Belmonte y César Castro. Promesas de la talla de Luka Hoek, Estrella Tonrath (mínima olímpica 200 espalda) y Sara Costa cubrirán sus vacantes. Emma Carrasco, Ian Florencio, Pérez-Godoy y Paula Juste seguirán con Ben Titley. María Daza y Laura Revilla, por su parte, se incorporan después de haber estado en la Blume el año pasado. Se queda el grupo sin una figura experimentada, pues es Carrasco la que más vivencias ostenta a sus 18 años.
Rob Greenwood seguirá al mando de la Blume con Alba Vázquez, Arbidel Gónzalez, Iván Martínez, Laura Cabanes, Miguel Novoa, Nahia Garrido y Teo Riego. Dos de ellos ya saben lo que es acudir a unos Juegos Olímpicos, mientras que el resto aglutinan metales internacionales en categorías inferiores. Jimena Ruíz y Óliver Millán también se incorporan a un grupo que se despide de Pablo Ortega, Marcos Martín y Martina Manresa. La apuesta de la Federación es clara: equipo muy joven pensando en medir esfuerzos y cargas durante todo el ciclo olímpico. A ellos hay que sumarles representantes como Carmen Weiler o Luis Domínguez que seguirán en Estados Unidos. En definitiva, un camino tan largo como prometedor el que les espera.
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