AFICIÓN DEPORTIVA BALONCESTO Obradoiro 87 – 83 Ourense: susto para arrancar la Copa de España

Obradoiro 87 – 83 Ourense: susto para arrancar la Copa de España

Obradoiro

El Obradoiro sufre para derrocar al Ourense en un partido trepidante con errores propios del principio de temporada

Todavía queda mucho por pulir, pero el Obradoiro ya sabe lo que es ganar en la temporada 2024/2025. Han tenido que sufrir lo indecible los de Gonzalo Rodríguez para hacerlo, pues el Ourense, club que ha apostado por el talento local, les puso contra las cuerdas hasta el último segundo. El equipo ha firmado un partido decente, con multitud de altibajos que les han impedido romper el marcador. El rebote, las transiciones y los despistes defensivos, los grandes debes de cara a la próxima semana. Pese a ello, nada que no sea normal para estas alturas.

Davison tiró del carro en la primera parte y Millán Jímenez se puso la capa de héroe en la segunda. Cuando peor estaba el equipo y la tragedia se empezaba a mascar en Sar, el valenciano cogió las riendas, brindándole la victoria al Obradoiro con 21 puntos. A otros como Leimanis o Nacho Arroyo se les vio todavía faltos de rodaje, pero dejaron destellos que hacen ser optimistas a la parroquia obradoirista. Susto importante que debe servir para no confiarse ante los rivales de inferior categoría en esta Copa de España.

Máxima igualdad

El aroma a pretemporada era palpable en la pista por mucho que se tratase de un partido oficial. Los desajustes defensivos, sobre todo en el caso del Obradoiro, eran constantes en los primeros compases. Y, es que, el Ourense hacía mucho daño en transiciones rápidas y en unos para unos a los que no llegaba la ayuda. Era, precisamente en lo segundo, en lo que engordaba Rafa Lisboa su cuenta particular continuamente. El Obradoiro resistía mostrando una imagen más coral, terminando de asentar los conceptos implantados por Gonzalo Rodríguez, quién se estrenó como primer entrenador en Sar. Fue engrasar en el apartado defensivo y todo comenzó a fluir como era de esperado, pues a los visitantes se les hacía muy difícil anotar en posesiones estáticas.

Davison tardó poco en demostrar porqué fue el máximo anotador de la pasada LEB Oro. Cada vez que penetraba sacaba petróleo, sumando ocho puntos en apenas seis minutos. Al estadounidense solo le frenaron los colegiados, ya que tuvo que irse al banquillo tras cometer la segunda personal antes de lo deseado. Sin él, los santiagueses no eran los mismos, les faltaba verticalidad hacia al aro y un punto de clarividencia. Pese a irse cinco arriba al final del primer cuarto (25-20), las sensaciones no eran del todo positivas, no se estaba siendo superior al rival. Los de Moncho López, hasta el momento, estaban a la espera de que la brillantez individual local desapareciese para hincar el colmillo.

Obradoiro

Cuando río suena agua lleva y, en los segundos diez minutos, el Ourense le dio la vuelta a la tortilla por completo. Le perdieron el respeto por completo a la temerosa plantilla que tenían enfrente y comenzaron a mirarse a su propio ombligo. Planteándoles un choque de tú a tú, con un inspiradísimo Rafael Lisboa (14 puntos al intermedio), llegaron a ponerse cuatro arriba (33-37) a tres minutos para el descanso. Remontada que, entre otros aspectos, se construyó a través del rebote ofensivo. Y, es que, en los primeros veinte minutos los orensanos lanzaron quince tiros más que el Obradoiro. Eso sí, los segundos reaccionaron a tiempo para empatar el choque a 39.

Pelea de poder a poder

Si Rafael Lisboa había liderado al Ourense en la primera mitad, Moody decidía que en la segunda iba ser el quién el encargado de llevar el timón del barco. Su espontaneidad y enorme calidad florecieron para hacer que fuese su equipo el que dominase en todo momento. El Obradoiro, por su parte, resistía gracias a los triples de Micovic y Quintela, pero les faltaba fluidez en la parcela ofensiva. Stevic, a base de veteranía y experiencia, era el único que veía aro con cierta regularidad. Su seis puntos consecutivos fueron los que permitieron irse a su equipos tan solo dos abajo (57-59) a falta de diez minutos para la conclusión. Podrían incluso haberlo empatado, pero una dudosa decisión arbitral decretó que la falta cometida sobre Nacho Arroyo había sido fuera de tiempo.

El estancamiento ofensivo no era la principal preocupación del Obradoiro, pues defensivamente llegaban muy tarde a las ayudas, lo que se traducía en una acumulación de faltas relevante por parte de Davison, Galan y Leimanis. La dinámica no cambiaba y, cuando restaban siete minutos, Gonzalo Rodríguez se vio obligado a pedir un tiempo muerto después de que Brito colocase cinco arriba a los suyos con un triple. Apostó por Jake Stephens para esta recta final, un pívot muy móvil que demostraba ser muy fiable desde la línea de tres. Un triple suyo hizo levantarse a Sar, pero el rebote seguía siendo un quebradero de cabeza que les impedía completar la remontada.

A Davison le tomó la medida por completo el Ourense en la segunda parte y, pese a su honorable insistencia, solo hacía que chocarse una y otra vez con la compacta defensa rival. Jímenez, con tres triples y más de un 50% de efectividad, luchaba contracorriente para que no se escapasen los de Moncho López, siendo una canasta suya la que devolviese la igualdad al luminoso a falta de cinco minutos. El canterano del Valencia Basket, al que muchos exigen dar un paso adelante esta temporada, parecía tener ganas de echarse el equipo a su espalda. No parecía que con el solo fuera a ser suficiente.

Final trepidante

El tiempo se agotaba y el toma y daca constante no cesaba. Nadie quería bajar los brazos, sabedores de que la lógica dicta que la primera plaza del grupo, la única que da acceso a la siguiente ronda, habrá salido de este enfrentamiento. A falta de un minuto, y con el partido empatado a 78, lo único que se podía dictaminar es que se iba a decidir por detalles. Jímenez lo tenía claro y, un rebote suyo tras un tiro libre, permitía a los locales ponerse tres arriba. El público asistente, al que no le quedaban uñas por morder, se rendía al valenciano a gritos de MVP. Lucharon los visitantes hasta el final, agarrándose a base de canastas inverosímiles por parte de Moody, pero su debut en la Copa de España ya estaba visto para sentencia.

El Obradoiro ahora viajará a tierras catalanas para disputar dos encuentros intersemanales ante el Mataró y el Sant Feliu. Ambos conjuntos se encuentran en Segunda FEB, una categoría por debajo de los santiagueses, por lo que, a priori, no deberían tener excesivos problemas para superarlos. Aunque, si alguna oportunidad tienen cualquiera de los catalanes de dar el campanazo es ahora, cuando los gallegos todavía no han terminado de engrasar la maquinaria.

Para informarte minuto a minuto del deporte desde otra perspectiva, SIGUENOS en nuestras redes sociales:

TWITTER

INSTAGRAM

¡COMPÁRTELO EN TUS REDES!

Related Post