Medvedev y Sinner, los dos máximos favoritos al título, se verán las caras en los cuartos de final tras deshacerse de Borges y Paul respectivamente
El US Open ha ido perdiendo glamour con el paso de los días, al menos en cuanto a nombres se refiere. Las tempraneras pérdidas de Djokovic y Alcaraz han hecho mucho daño a la organización y a la popularidad que pudiese adquirir el torneo si sus dos referentes siguiesen en pie. Sin embargo, en lo estrictamente deportivo, Medvedev y Sinner se han propuesto que ningún aficionado eche de menos al español o al serbio. Son los dos jugadores que mayor nivel están desplegando, pasando por encima de sus rivales y, caprichos del sorteo, se verán las caras en los cuartos de final.
La máquina rusa está mostrando su mejor nivel del año desde que llegase a la final del Open de Australia en enero. Sin hacer muecas, sin enfrentarse con el público, se ha convertido en una absoluta pared desde el fondo de pista que parecer tener brazos teledirigidos. Borges, que venía de cuajar una primera semana perfecta dejando por el camino a Coria, Kokkinakis y Mensik, fue incapaz de contrarrestar la propuesta de Medvedev. 6-0, 6-1 y 6-3, por la vía rápida y sin romper a sudar. Daniil no está para bromas y ve que tiene una oportunidad única de redimirse de Melbourne, de cuando Jannik le levantó el título tras ir dos mangas arriba.
Al otro lado de la pista estará Sinner, el jugador al que las polémicas no le afectan. Frente a Tommy Paul, con toda la Arthur Ashe en su contra y sin haber firmado la mejor preparación, al transalpino no le tembló el pulso. Tiene dos cañones por brazos y, a base de palazos, borra a sus rivales del escenario. El vencedor del Medvedev-Sinner se emparejaría con el ganador del Tiafoe- Draper. Duelo insulso para ser los cuartos de final de un Grand Slam donde el local parte como favorito y el espectáculo está garantizado. Zverev, el gran coco por la parte baja.
Swiatek emula a Medvedev
Si en el cuadro masculino da la sensación de final anticipada, en el femenino el duelo soñado entre Iga y Sabalenka no se daría hasta la final. La polaca camina con paso firme, sin apenas despeinarse para derrocar a Samsonova, en la previa del fuego real. Para los cuartos le espera una de las grandes figuras del circuito en los últimos tiempos, Jessica Pegula. La norteamericana es la esperanza local por la parte arriba del cuadro y también llega sin dejarse un solo set. Pinta a partidazo en la Arthur Ashe el próximo miércoles.
El otro partido de cuartos de final conformado en la noche de ayer es, quizás, el que menos expectación origina sobre el papel. Wozniacki lo dio todo, dejando un punto de partido salvado para la historia, pero acabó cayendo ante la solidez de Beatriz Haddad Maia. La carioca luchará por un lugar en semifinales contra la checa Muchova, quién se deshizo de Paolini en dos mangas. La italiana, que encadenaba dos Grand Slams consecutivos colándose en la final, se mantendrá dentro del top 5 mundial pase lo que pase esta semana.
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