Andy Murray y Daniel Evans ganan en dobles a la pareja japonesa conformada por Taro Daniel y Kei Nishikori. Podía ser el último partido de la carrera de Murray, pero la historia decide que aún es pronto
Las leyendas nunca mueren. Andy Murray puede ser perfectamente el tenista que mejor representa esta frase. El ‘brit’ ha superado una lesión de cadera gravísima para seguir jugando hasta cuatro temporadas más. En pleno 2024 decide que es hora de decir adiós, ya lo hizo en Wimbledon.
A priori, su último torneo como profesional son estos Juegos Olímpicos, competición donde solo juega el dobles. Hoy Murray ha estado a dos puntos de la retirada, pero el británico ha contagiado su lucha a Dan Evans, su compañero, y juntos han remado contra viento y marea para vencer su partido en el super-tiebreak final.
Nunca te retires, Andy
Es la frase que más se ha escuchado en los últimos tiempos en relación con Andy Murray. Él, junto con Evans, lo ha tenido muy difícil para no despedirse hoy. Otra leyenda, Nishikori, estaba en pista. Como el japonés también vive sus últimos momentos como profesional, no ha querido desperdiciar la oportunidad de competir de nuevo en unos Juegos Olímpicos.
Por ello, junto con Taro Daniel, Nishikori ha producido un genial nivel de tenis en el primer set, finalmente ganado por los de Japón. La pareja nipona dominaba el partido desde el fondo de pista, provocando muchos errores de los británicos. Murray y Evans se veían perdidos, solo ganaban puntos en la red.
El segundo set, más igualado, ha estado marcado por hilo. Un hilo del que pendía la retirada de Murray. Aún con los ingleses aguantando, se veía a los japoneses más enteros. Los de Japón estaban 4-2 en el marcador, pero fue en ese momento cuando Murray y Evans recuperaron la rotura.
Los de Reino Unido mejoraron desde el fondo de pista, y como seguían impecables en la volea, el combo generó la igualdad en el marcador. Nishikori y Daniel, a lo suyo, forzaron un tiebreak igualadísimo, pero que cayó del lado inglés. Murray y Evans, tirando de garra y fe, aunque también arropados por el público, llevaron el partido al desempate final.
Si por algo Andy Murray es un auténtico mito del tenis es porque en momentos como este, en las situaciones donde tiene que estar presente, él, lo está. Los británicos creyeron lo suficiente como para acabar ganando el super-tiebreak. Vencen en un partido donde, seguramente, el nivel pico no ha venido de su raqueta, pero en el pundonor han sacado sobresaliente.
