AFICIÓN DEPORTIVA ROLAND GARROS,TENIS Swiatek no tiene rival sobre la arcilla parisina

Swiatek no tiene rival sobre la arcilla parisina

Swiatek

Swiatek arrolla a Gauff en dos mangas (6-2, 6-4) y ya espera rival en la final de Roland Garros. Su cuarto título parece inevitable

Una derrota sobre tierra batida en toda la temporada, 3 Roland Garros a sus espaldas, tan solo 23 años…Iga Swiatek es la reina de París. Tuvo que levantar una bola de partido en contra frente a Osaka en el que, posiblemente, haya sido el único partido en el que ha sufrido más de la cuenta en su camino hacia la final. Hoy, frente a la nuevo número 2 del mundo, demostró que la diferencia con el resto es abismal que, si su físico la respeta, no tiene rival. Andreeva o Paolini la retarán en una final que se antoja en algo parecido a misión imposible para ella.

Primer set: Swiatek es inquebrantable

El favoritismo de la polaca era incontestable no solo ya por el 10-1 que reflejaba el H2H entre ambas jugadoras, sino que también por las sensaciones transmitidas en los últimos días. Coco sabía que entrar en el peloteo, en intercambios largos con Iga, es pegarse un tiro en su propio pie. Es por ello por lo que propuso un juego muy agresivo y directo, arriesgando muchísimo y acortando constantemente los puntos.

Su estrategia resultó, al menos en esta primera manga, contraproducente para ella, pues los 18 errores no forzados eran una losa muy pesada en caso de querer luchar contra la número 1. Swiatek se limitó a hacer su juego, mostrarse muy sólida desde el fondo de la pista y cometer muy pocos errores en una Philippe Chatriér en la que se siente como en casa. Sabe de sobra que, si está a su mejor nivel, es invencible actualmente sobre polvo de ladrillo y eso se nota en la confianza que evoca.

Comandó desde el primer juego, rompiendo el servicio a su oponente, y voló hasta el final. Coco iba a contrapié, intermitente, a destellos, insuficiente para poder hacer daño a Swiatek. Mejoró sus prestaciones conforme fueron pasando los juegos, pero la diferencia ya era abismal y la primera manga caía, holgadamente (6-2), del lado de la polaca. Ni se inmutaba Iga, decidida y lanzada hacia su cuarto Roland Garros.

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Segundo set: Reacción de campeona

El reinicio desprendía un olor diferente, una Coco desesperada quería hacerle su primer set a Iga sobre tierra. La polaca comenzó con una dosis extra de relajación, quizás no se esperaba un dominio tan ostensible sobre su oponente. Un factor que provocó el break de la norteamericana, quién demostraba tener un absoluto guante en su revés, teledirigiendo la bola a las coordenadas exactas a las que Iga no podía llegar.

Tuvo una reacción ejemplar Swiatek, de absoluta campeona, devolviéndoselo al instante con una tenacidad asombrosa. Desplazó a la norteamericana un par de metros por detrás de la línea de fondo y comenzó a dominar de nuevo, repartiendo a su antojo. No se conformó solo con devolver la igualdad al marcador, sino que mantuvo el listón a un nivel inalcanzable para cualquiera. En diez minutos el panorama había cambiado por completo, del 1-3 en contra al 5-3 a favor.

No se dio por rendida la estadounidense y, a base de pundonor y esfuerzo, levantó dos bolas de partido en contra para obligar a Swiatek a tener que cerrar su pase a la final con su servicio. No le tembló el pulso en dicha tarea e hizo que se viniese abajo la pista central después de que Gauff mandase fuera una derecha aparentemente sencilla. El sábado tendrá una nueva cita con la historia, a un paso de levantar el cuarto.

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