AFICIÓN DEPORTIVA EUROCOPA 2024,FRANCIA,FÚTBOL INTERNACIONAL,SUPERFÚTBOLINTERNACIONAL Historias de la Eurocopa: Francia, 1984 y la magia del ‘Rey’

Historias de la Eurocopa: Francia, 1984 y la magia del ‘Rey’

francia 1984

La selección de Francia se hizo con la Eurocopa de 1984 tras vencer a Portugal en semifinales y a España en la final

La VII edición de la Eurocopa, celebrada en 1984, se jugó en Francia. Para llegar hasta la fase final del torneo, se siguió el formato de la EURO 1980, en que los campeones de los siete grupos de la previa accedían a la segunda fase. En este caso concreto, los galos accedieron directamente por su condición de anfitriones. Así, fue la primera vez en el torneo que la selección local no tuvo que clasificarse a la fase final.

Mucho potencial y mucho desconocimiento

El seleccionador francés, Michel Hidalgo, sabía del gran potencial que tenían sus jugadores. Bajo sus órdenes, Francia se quedó a las puertas de la final en el Mundial de 1982, tras caer ante Alemania Federal en la tanda de penaltis, después de una encuentro bastante accidentado, en especial para Battiston. Esa rabia por haber estado tan cerca, fue la principal motivación a la hora de afrontar la EURO.

Maxime Bossis, Patrick Battiston, Alan Giresse, Jean Tigana se encontraban en el mejor momento de sus carreras, pero el desconocimiento existente sobre el fútbol de esa nación no imponía el respeto que se debía ante esa calidad. El principal estandarte de Les Bleus fuera de Francia no era otro que Michel Platini. El Balón de Oro en 1983, y que terminaría llevándose los dos siguientes, asombró al planeta en la Juventus FC siendo un mediapunta con una gran visión de juego y un golpeo prodigioso. De todos los integrantes del combinado nacional, era el único que no jugaba en la liga francesa, lo que lejos de ser un inconveniente, fue una ventaja, al concentrar el solo todo el foco mediático

Preparación con amistosos

Francia, al acoger la competición en su país, no se clasificó por el sistema de grupos previo. Su preparación fue a base de amistosos. En total, el combinado nacional disputó trece choques entre octubre de 1982 y junio de 1984, fechas en las que se desarrolló el clasificatorio. Los dos primeros, y en plena reconstrucción moral después de la Copa del Mundo, fueron dos victorias ante Hungría y Países Bajos. Dos gigantes en horas bajas, que uno venía de ser eliminado en fase de grupos y el otro, de no haberse clasificado para el Mundial. Parecía que los infortunios de los franceses habían llegado a su fin.

1983 no terminó de ser el mejor año en cuanto a resultados, al haber ganado solo dos de los siete partidos (a Portugal en Guimarães y a Yugoslavia en París). No obstante, tampoco fue un mal año al solo haber perdido un partido de todos los disputados (Dinamarca en Copenhague). Los cuatro enfrentamientos restantes fueron empates, que dejaron una sensación agridulce entre los aficionados francos. No perdían, pero tampoco convencían.

Esa falta de resultados desapaereció en 1984. Antes del certamen, Francia jugó cuatro partidos, todos ellos en suelo francés. De cuatro partidos, cuatro victorias, seis goles anotados y ningún gol encajado, mostrando al planeta el poderío en todas las líneas con el que contaba la selección.

La magia Michel Platini

Después de un dos años, llegaba la prueba de fuego: la Eurocopa. Francia integró el Grupo A junto a Dinamarca, Bélgica y Yugoslavia. Los tres fueron contrincantes durante los amistosos, pero ahora ya no se podía fallar. Ante Dinamarca, en el partido inaugural, vencieron 1-0 con gol de Platini. Frente a los belgas, endosaron una ‘manita’ con hat-trick de Michel Platini. No fue la última exhibición del ’10’, ya que en el último partido, ante los yugoslavos, volvió a marcar un triplete. Siete goles en tres partidos, una marca inhumana que colocaba a Francia como la principal candidata a levantar el trofeo.

Concluida la segunda fase, Francia se enfrentó a la segunda del Grupo B, Portugal, mientras que daneses y españoles se midieron en el otro lado del cuadro. El choque frente a Portugal fue, probablemente, el partido más trepidante de toda la competición. Un constante toma y daca de ambos países, donde al gol de falta de Domergue en el 24′ respondió Jordão con un testarazo a la escuadra en el 74′. El 1-1 se mantuvo y el duelo se fue el alargue. En esos treinta minutos de prórroga, Jordão adelantó a los lusos con una sublime volea desde el pico del área que Bats ni olió. A falta de cinco minutos, y apelándose a la épica, Domergue anotó el gol de empate aprovechando un balón muerto en el área pequeña, y quién si no, Michel Platini, tras un pase desde línea de fondo de Tigana, fue el encargado de clasificar a su país con un gol en el 119′.

Anfitriones (y campeones)

España, luego de vencer a Dinamarca desde los once metros, fue el rival de Francia en la final. Aquella selección que accedió agónicamente a la fase final luego de ganar 12-1 a Malta, había llegado a la gran final. Futbolistas como Arconada, Camacho, Víctor Muñoz o Lobo Carrasco habían devuelto a su país a una final veinte años después.

La primera parte, comenzó con dominio de los hispanos, que no lograron aprovechar sus ocasiones. Esa falta de acierto terminó siendo devastadora para los de Miguel Muñoz, ya que conforme avanzó el encuentro, y sobre todo, desde el comienzo de la segunda mitad, Francia fue desplegando su juego, aminorando la ‘furia española’. En el minuto 57, Salva derribó a Platini en la frontal del área, acción que el colegiado decretó como falta. El propio capitán francés tomó el balón, lo posó y con un disparo potente al palo largo que se le escurrió entre las manos a Arconada.

El gol fue un durísimo revés para España, que sabía que tendría que asumir riesgos para forzar el empate. Pese a la expulsión de Le Roux, los españoles fueron incapaces de superar a Bats, y no solo con eso, Bellone, en el descuento, sentenció el partido culminando una contra letal de Tigana. En su casa, ante su gente y después de un torneo extraordinario, Francia era nueva campeona.

¡COMPÁRTELO EN TUS REDES!

Related Post