La nueva sensación española, Jessica Bouzas, amenaza con dar más de una campanada en lo que resta de gira de tierra
Arantxa Sánchez Vicario, Conchita Martínez, Garbiñe Muguruza…el tenis femenino español ha tenido grandes estrellas a lo largo de su historia. La propia Paula Badosa, quizás con menos títulos en sus vitrinas que las anteriores, lucha por regresar a la élite y llevar a España a lo más alto de nuevo. Un mismo objetivo que persigue la jovencísima Jessica Bouzas que, trabajando en la sombra y a lo callado, está empezando a dibujarse un futuro más que prometedor.
A sus veintiún años la gallega ha alcanzado un punto de madurez y una evolución en su juego digna de admirar. Los primeros meses de 2024 han sido más que positivos para ella, firmando un balance de 27-7, sumando cuatro finales y un título ITF en México. Resultados que la han permitido acceder al top 100 por primera vez en su corta carrera y colocarse como la cuarta española del momento.
Una evolución paso a paso
La de Vilagarcía de Arousa no ha querido correr antes de aprender a andar en su recorrido como tenista y eso la ha hecho ir asentando las bases de cada nivel que alcanzaba. Ingresó en el circuito ITF muy joven, aunque bien es cierto que en féminas esta categoría goza de tantos torneos que otorgan distinta cantidad de puntos que es un margen muy extenso. Compaginándolo con Challenger ya venció en Villena, Sibenik o Quinta do Lago en 2022, subiendo escalones de una forma prudente.
El 2023 fue la temporada de su confirmación, pero sin llegar a explotar. En Australia se quedó a las puertas de acceder al cuadro principal, meta que si lograría en Wimbledon, pese a que Kalinina no le daría ninguna opción. Disputó también torneos de la máxima categoría en Palermo y Monastir, cayendo en ambos a las primeras de cambio, evidenciando así que todavía le faltaba un trecho para batirse el cobre con las mejores.
Esta temporada, más allá de caer en la primera ronda de la previa en Melbourne, ha cuajado un arranque de ensueño. Levantar el título en el Challenger de Antalya ya son palabras mayores, de jugadora top que se encuentra a un paso del circuito WTA. En el W100 de Zaragoza demostró que lo de Turquía no había sido flor de un día, sino que Jessica Bouzas ha llegado para quedarse. En la capital zaragozana derrotó a jugadoras de la talla de Trevisan, una mítica del circuito.
Directa a los Grand Slam
Su nuevo ránking, top 90 internacional, la permitirá acudir a los Gran Slam bien directa al cuadro principal o bien con un cartel de favorita en la fase previa. Eso, sumado a posibles buenas actuaciones en Madrid y Roma, torneos que le servirán como preparación para Roland Garros, serán más que positivos para poder seguir escalando en el ránking y, lo que es más importante, crecer como tenista.
Quizás la falta de una referencia en el apartado femenino, propiciado por la compleja situación de Badosa, hace que rápidamente queramos buscar una sustituta. Jessica Bouzas lo tiene claro, quiere estar lejos de los focos y trazar su propio camino, y eso mismo les comentaba a nuestros compañeros de La Voz de Galicia hace unas semanas. “Cuando subes de ránking tienes más visibilidad. ¿Cambio de estatus? Bueno, yo, la verdad, pienso que siempre es lo mismo. Mi esfuerzo va a seguir siendo el mismo. Mejoraré cosas, pero al final el tenis es esto”, explicaba.
Ahora sueña con acudir a los Juegos Olímpicos, aunque lo hace con los pies en el suelo. “Sería súper afortunada poder estar en los Juegos, pero yo voy a seguir día a día. No pienso en expectativas ni a largo plazo. Lo que tenga que pasar, pasará, y el trabajo diario dará sus resultados. Esa es la mentalidad que tenemos todo mi equipo y yo”, zanjaba. Trabajo, trabajo y más trabajo, esa es la fórmula de la nueva promesa del tenis español: Jessica Bouzas.