El ilicitano fue clave en la victoria de ayer en la Cerámica y Simeone confía en él: «Ojalá le sirva para salir de la zona en la que se sentía»
Saúl y Simeone. Simeone y Saúl. Una historia de amor a lo largo de los años. «Saúl es un chico que siempre ha mantenido el espíritu para trabajar, nunca se ha quejado, ha intentado ayudar al club y al equipo, ha jugado bastante, ahora algo menos pero siempre tengo en mente su capacidad, porque la tiene. Los hechos hablan solos, le he puesto muchas veces, creo en él, es un jugador importante y ojalá nos pueda seguir dando cosas».
Tras escribir un mensaje por redes sociales hace escasos quince días, explicando el mal momento por el que estaba atravesando y pidiendo el apoyo de la afición, ayer Saúl volvió a sonreír. Entró en el minuto 84, y cómo nos tuvo acostumbrados durante una época, saco un zurdazo para volver a ser determinante. Como aquel frente al Bayern de Munich en las semifinales de la UEFA Champions League. Es quizás uno de los goles más importante que haya marcado Saúl en su carrera. Fue valiente de decir que no estaba pasando por un buen momento, y con trabajo está revirtiendo la situación.
La situación de Saúl iba cuesta abajo y sin frenos desde hace mucho tiempo. Tuvo que jugar de carrilero durante una época, cosa que no le agradaba e hizo que tuviera que irse a Londres en busca de minutos y confianza. No fue Stamford Bridge el Erasmus ideal para el ilicitano. Apenas jugaba, y cuando tenía minutos era para jugar en esa maldita posición de carrilero.
La vuelta a casa
Tocaba volver a Madrid con la cabeza gacha y a trabajar. La temporada pasada tampoco mostraba signos de mejoría. Era un caso inexplicable. ¿Cómo un jugador que había brillado tanto en sus primeros años en la élite, podía haber bajado tanto el rendimiento en su madurez futbolística? Al acabar la temporada todo indicaba que Saúl sería una de las salidas en el mercado, pero su alta ficha alejaba a los clubes que se interesaban por él.
El resurgir de Saúl
Al comenzar la presente temporada parecía que la cosa podía cambiar. Con cinco asistencias en el primer mes de competición, muchos hablaban del resurgir de Saúl. Pero ahí quedó todo. Nada más allá de un buen inicio de campaña. Su rendimiento fue bajando y bajando. Jugadores como Barrios le comieron la tostada y Saúl había tocado fondo. Simeone siguió confiando en él a pesar de haber fichado jugadores como Vermeeren.
Después de eliminar al Inter en una noche de auténtico júbilo, Saúl publicaba en sus redes sociales lo siguiente: «Sinceramente es difícil para mí escribir en estos momentos, pero igual que escribo en las buenas hay que hacerlo en las malas. Es un momento de mierda para mí a nivel deportivo, y soy consciente…» Por eso, el gol de ayer fue tan especial. En el club y en la afición hay esperanza de que este gol le devuelva la confianza que él solo perdió. Y es que recuperar a Saúl para la parte final de la temporada sería contar con un jugador clave e histórico en el conjunto rojiblanco.