AFICIÓN DEPORTIVA TENIS Darwin Blanch, la nueva promesa estadounidense que se forja en España

Darwin Blanch, la nueva promesa estadounidense que se forja en España

Darwin Blanch

La nueva perla norteamericana de tan solo 16 años, Darwin Blanch, se cocina a fuego lento en territorio español, tutelado por Carlos Alcaraz

Estados Unidos es la gran dominadora del tenis actual, con 12 jugadores dentro del top 100, es decir, copan más del 10 % de la élite. Son una producción constante de tenistas de muy alto nivel, aunque sorprende no ver a ninguno entre los diez mejores del mundo. Cada cierto tiempo sacan una joven promesa con la que todo el país se involucra como es el caso de Michelsen, quién con apenas 19 años ya se ha asentado en el circuito profesional.

Miami ha dado la oportunidad a la otra perla norteamericana de darse a conocer ante el ojo mediático. Se trata de Darwin Blanch, un zurdo quizás desconocido para el gran público hasta ayer, pero que quién el panorama tenístico ya habla desde hace varios años. Su debut frente a Machac, un rival consolidado y muy duro de roer, le habrá servido de aprendizaje para el futuro. Se le vio nervioso y quizás más errático de costumbre, ¿a quién no le van a temblar las piernas en un Masters 1000 con 16 años?

La sangre hispana corre por las venas de Blanch

Se podría decir que Darwin Blanch es más hispano que yankee, pues sus dos padres son argentinos y su primera etapa de formación la llevaría a cabo en territorio latino. Muy joven se incorporaría a la USTA National Campus, una de las academias más prestigiosas del panorama. Ahí daría sus primeros pasos, levantando el campeonato sub-16 cuando su carnet de identidad todavía mostraba 14 años.

Darwin Blanch

Esa misma temporada ya comenzaría a formar parte de la Academia Equelite JC Ferrero, donde reside en la actualidad. Su primer gran boom lo daría con 14 años y 5 meses, el 2 de febrero de 2022, al conseguir su primer punto ATP en el ITF de Villena. De esa forma se convirtió en el segundo jugador más joven de la historia en hacerlo, solamente superado por Nico Álvarez Verona. Sí, adelantó a su mentor y principal figura a seguir, Carlos Alcaraz.

Durante estos años ha ido compaginando los grand slams júnior con el circuito ITF. Un calendario que disputa, entre otros, Martín Landaluce y donde Darwin Blanch ya ha dejado destellos de calidad alcanzando alguna que otra ronda importante. Respecto al júnior, las semifinales han sido su barrera psicológica tanto en Roland Garros como en Wimbledon, cayendo en el primero ante Prizmic, el croata que puso contra las cuerdas a Djokovic en el Open de Australia.

Alcaraz, una figura esencial en su progreso

Ser parte de la academia de Ferrero tiene, entre multitud de beneficios, la posibilidad de compartir entrenamientos con Carlos Alcaraz. Darwin Blanch se ejercita a con el murciano de forma asidua y ello le permite coger un ritmo inmejorable y, lo que es más importante, recibir de forma constante consejos de todo un número uno. No volverá a jugar en júnior y se centrará en tratar de llegar esta temporada a Challenger, el paso previo a la ATP.

Darwin Blanch

Sobre su llegada a España, su relación con Alcaraz y todo lo que aprende ha hablado en muchas ocasiones Darwin. “Estaba entrenando en Orlando y junto a mi familia decidimos que quería viajar a Europa para probar en una Academia para poder progresar. La Equelite me gustó mucho y vimos que era la mejor opción», comentaba hace un par de semanas en Torelló.

Es una locura poder entrenar con alguien como Carlos Alcaraz. Es una bendición porque no es normal entrenar regularmente con el número 1 del mundo y realmente ayuda. Algo que me cuesta bastante y que le estoy copiando a Alcaraz son las rutinas. Él lo hace muy bien. Después de cada punto analizo lo que hace y trato de emularlo. Somos muy buenos amigos, tenemos una buena conexión y le admiro mucho”, confesaba en la previa a sus `semis´ de Wimbledon la pasada temporada.

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