Alcaraz pasa por encima de un errático Aliassime (6-2, 6-3) y se mantiene firme en su camino hacia la reválida de Indian Wells
Fallar, aprender y no volver a tropezar sobre la misma piedra. Algo parecido debió de trabajar Ferrero con Alcaraz en el tiempo transcurrido entre el partido de Arnaldi a hoy. El murciano salió concentrado, dispuesto a perder el mínimo tiempo frente a un Auger Aliassime que también ayudó a acortar el partido. Los constantes errores e imprecisiones del canadiense no impidieron sonreír a Carlitos de nuevo sobre la pista y recordar a sus rivales que él nunca se fue.
El hecho de jugar de día hizo que la derecha de Alcaraz corriese más sobre la lenta pista de Indian Wells. Un golpe que, más que hacer daño a Aliassime, provocó multitud de errores no forzados sobre el revés de este a base de insistencia. Poco tiempo perdido, menos desgaste para el cuerpo y preparado para revalidar el título. Por lo pronto le espera Marozsan, el joven húngaro que ya le costó un disgusto gordo en Roma el año pasado.
Un primer set sin historia
El canadiense sabía que se trataba de una oportunidad única de erguirse de nuevo dentro del panorama internacional. Tenía enfrente a un Alcaraz que llegaba justo tras su esguince de tobillo y al que se le había visto con ciertas dudas en esa primera manga ante Arnaldi. Quizás esa presión interna fue la que le hizo comenzar el encuentro cohibido, sin soltura, como si tuviera los brazos agarrotados. Una circunstancia que aprovecharía el murciano para hacer su primer break en el quinto juego sin excesiva dificultad, pues fue Auger quién cometió varios errores no forzados.
A partir de esa primera rotura, Aliassime bajó los brazos por completo, evidenciando el pobre estado mental por el que pasa. Cometía constantes e incomprensibles errores con el revés, impropios de un jugador de su talla. Alcaraz, por su parte, se limitaba a jugar profundo y tratando de apretar con la derecha cuando podía, aunque las condiciones de Indian Wells no son todo lo rápidas que a Carlitos le gustarían.
Tan solo tendría un momento de duda el murciano a la hora de cerrar el set, pero lo solventaría con un buen saque (6-2). Sus números rozaron la perfección, apenas dos errores no forzados, 90 % de puntos ganados en la red, siete winners…y todo ello en apenas media hora. Un primer envite donde Alcaraz demostró estar de vuelta y, a expensas de que su rival le pudiera plantar algo más de batalla, él presentó una candidatura firme al título.
Segundo set, más de lo mismo
Lejos de cambiar su actitud y tratar de cambiar ciertos aspectos de su juego, Aliassime empezó igual que acabó: perdiendo su servicio con un error no forzado de revés. El apagón del canadiense era espeluznante en estos inicios del segundo envite, apenas sumaba siete puntos de los últimos 32. Deambulaba por la pista cariacontecido, como si estuviese viviendo una pesadilla de la que no conseguía escapar.
Ocho juegos es lo que le llevó al canadiense cortar la racha del murciano, aunque fue más por demérito de Alcaraz que por mérito suyo. El murciano aprovechó esos impases de una segunda manga que pedía que se dictara sentencia para coger sensaciones y volver a sonreír como hacía tiempo que no lo hacía. El juego del español se puede medir muchas veces por sus gestos y su sonrisa y, aunque hoy no dejara demasiadas pillerías marca de la casa, se le volvió a ver disfrutar.
Pudo asestar una puñalada definitiva Carlitos con 3-1 y bola de rotura, pero resistió Auger y sacó el puño por primera vez en la tarde californiana. Una reacción que no generó dudas en la ordenada cabeza del español que siguió a lo suyo, firme con su saque hasta el final. Mejoró su imagen el canadiense en los últimos juegos, pero no fue suficiente ante un Alcaraz que piensa en grande: la reválida de Indian Wells entre ceja y ceja.
