El duelo de la jornada entre Valencia y Real Madrid sin dudas que no ha defraudado a nadie. El choque ha incluido una gran intensidad con las emociones a flor de piel. Sin embargo, esta jornada será recordada en la posterioridad por la polémica decisión que el colegiado, Gil Manzano, ha tomado en el último instante del juego.
Gil Manzano, en boca de todos
El choque por sí solo venía con una tensión previa de grandes magnitudes bajo el contexto del choque la pasada temporada entre ambos conjuntos. Un contexto que tenía como principal protagonista a un Vinícius Jr. que, a pesar de ser el principal culpable de la remontada blanca, no estará en la boca de todos en el postpartido. Esto es debido a que el encargado de dirigir el encuentro, Gil Manzano, ha propiciado una de las mayores anomalías vistas en esta temporada.
Cabe destacar ciertas acciones en las que el árbitro extremeño se ha visto envuelto. Entre ellas, cortar una contra valencianista con gran peligro para señalar el final de la primera parte. Ya en la segunda, tomó la decisión de pitar un penalti que, de no ser por el VAR, se habría cobrado injustamente. Aunque minutos más adelante, el colegiado volvería a meterse en un lío tras pitar el final del partido segundos antes de que Jude Bellingham convirtiera el tercero para los blancos.
Un gol que viene bajo el contexto de siete minutos de añadido. Una cantidad abundante debido al tiempo que se perdió tras la escalofriante lesión de Diakhaby, quien salió del terreno de juego en camilla tras un fuerte impacto con Tchouaméni. A esos siete minutos, el colegiado añadió otro más debido a la revisión del VAR ante el posible penalti a Hugo Duro, que finalmente no se acabó concediendo.
Es así como se llega al momento de la discordia. Los de Ancelotti se disponían a lanzar un saque de esquina en el que Gil Manzano avisó de que esa sería la última jugada del partido. Tras el lanzamiento, el balón salió rebotado a favor de un Brahim que nuevamente colgaba el balón al área. Un balón que conectó con la cabeza de Bellingham y que terminó al fondo de la red. No obstante, segundos antes de que el balón conectara con la cabeza del inglés, el colegiado pitó el final del partido.
Un final desconcertante
Tras el pitido final, Gil Manzano, rodeado de jugadores blancos, decidió expulsar a Jude Bellingham por una presunta falta de conducta hacia al colegiado. Aunque según declaraciones de Carlo Ancelotti en la rueda de prensa post partido, el jugador inglés «ha sido claro. No ha sido ningún insulto en absoluto», afirmando que las palabras del jugador han sido «it’s a fucking goal» (es un maldito gol), por lo que esperarán «a ver el acta qué dice».
Al ser preguntado por la polémica del final, el técnico italiano fue tajante. Una decisión que dejó a todos descolocados: «ha pasado algo inédito, después del rechace hemos tenido la posesión. Tenía que pararlo cuando el Valencia tuviese la posesión. Nunca me ha pasado, hay poco más que añadir. Nos ha molestado la roja a Bellingham, era frustración».
El técnico del Valencia, Rubén Baraja, también ha opinado tras el partido acerca del final del encuentro. La leyenda ché, afirmó: «La he visto clara. Cuando la pelota va a córner dice que es la última acción. Yo he visto que el árbitro pita cuando despejamos. Él pensaba que se había acabado el partido. También da cinco en la primera parte y ellos marcan. Y luego tenemos una oportunidad y nos la corta».
Aún así no es la primera vez que el extremeño hace algo semejante. En la temporada 2017/2018, en un partido entre Real Madrid y Málaga, los andaluces consiguieron anotar un tanto a favor. Sin embargo, y con el esférico ya en área madridista, Gil Manzano pitó el final de la primera parte invalidando de esa manera el tanto que significaba el empate para los malagueños.