Humbert pasa por encima de Murray en los octavos de Dubai (6-2,6-4) después de que el escocés sumase su primera victoria del año ante Shapovalov
Resulta muy difícil continuar jugando cuando ves que, pese al trabajo y al esfuerzo, nada parece salirte bien. Andy Murray no volverá a ser el mismo después de la lesión, tampoco regresará al trono del tenis mundial, pero resulta duro verle caer semana tras semana de una forma tan clara. Su retirada, al igual que la de Nadal, parece estar muy cerca y su balance de 1-6 en este 2024 es, simplemente, una muestra más de su pésimo estado de forma. Hoy, ante Humbert, no pudo ni siquiera competir, pues su nivel dista mucho del top 30 actual.
Primer set: Demasiado Humbert para Murray
La primera manga fue la viva imagen del pobre estado de forma por el que pasa Andy Murray. El que fuera número 1 del mundo necesita encadenar algunas victorias consecutivas para recuperar sensaciones si quiere volver a pelear por grandes torneos. Su ritmo de bola resulta muy sencillo de llevar e incluso acelerar para los mejores jugadores del mundo como es el caso de Humbert, top 20 actualmente.
Las opciones del escocés pasaban por mantenerse muy sólido al servicio e intentar acortar los puntos, pues a la que el galo conseguía devolverle el saque y la primera envestida tras este el 90 % de sus puntos caían para su lado. Una resistencia y efectividad que le duró menos de tres juegos a Murray, quién tampoco acompañaba firmando un elevado número de errores no forzados.
Al primer break se le sumó un segundo de forma instantánea y Humbert voló hasta la consecución de este. No solo es que Andy no consiguiera dominar con su servicio, sino que tampoco amedrentaba el de su oponente, ni siquiera fue capaz de sumar un punto al resto. El rostro del escocés era de decepción, como si lo que Humbert le estaba planteando le hubiese desencajado por completo. Incluso se dejó llevar en el último juego (6-2) para ahorrar energías de cara a la segunda manga.
Segundo set: Una reacción insuficiente
Salió con otra cara Murray del paso por los banquillos, menos errático y con una estrategia diferente. Optó por tirar de experiencia, dando un paso atrás, metiendo mucha bola y esperando que Humbert bajase su nivel, pero no tuvo éxito. Aunque en los primeros juegos sí que logró conseguir algún punto al resto e incluso llegó a incomodar al francés, la diferencia de nivel es más que notable.
Poco tardó Humbert en romper el servicio de Andy y, de esa manera, poder disputar la segunda manga con una dosis extra de tranquilidad. El escocés se desesperaba y buscaba una respuesta de su box, algo que le pudiese hacer, al menos, competir, “horribles sensaciones” les repetía una y otra vez. La grada se volcó con Murray al grito de “Andy, Andy” tratando de darle esa motivación extra que necesitaba y tuvo el efecto que buscaban.
