Felipe Miñambres gasta su última bala para enmendar sus malas elecciones para el banquillo
La salida de Javi Calleja deja huérfano el banquillo del Levante. Sin dinero, sin tiempo de buscar una alternativa y quizás sin ganas, la dirección deportiva elige a Felipe Miñambres cómo nuevo entrenador. El propio director deportivo gasta consigo mismo su última bala de acertar con un entrenador.
Un sonrojante historial
Desde la llega de la dirección deportiva en febrero de 2022 las decisiones sobre la figura del entrenador han funcionado caótica y decisivamente en la situación deportiva.
Tuvo miga la no renovación de Alessio después de realizar “números de Europa” con un equipo descendido que pasó 27 jornadas sin ganar. Palabras textuales de Felipe Miñambres. El elegido para devolver al Levante a 1ª división fue Mehdi Nafti, actual entrenador del Alcorcón. En 9 jornadas dejó al Levante a un punto del descenso, lo que produjo su destitución.
Vino Calleja. Su inicio supuso un vuelco de 360 grados metiendo de lleno al equipo en la pelea por subir de categoría. El tiempo deshizo las expectativas de sus primeros partidos cómo un azucarillo. Materializó un no ascenso y terminó hundiendo al equipo en la mediocridad.
El reto por delante
Quedan 15 jornadas en donde el Levante parte con la desventaja de la clasificación y con un director deportivo de entrenador. Felipe Miñambres nunca ha conseguido un ascenso en su corta carrera en los banquillos. Su última experiencia data de hace 14 años en una situación similar con el Rayo Vallecano. Cogió a los rayistas 12º de la división de plata con el objetivo de ascender y terminó matemáticamente salvado en la última jornada.
A su stuff técnico se suman muchos integrantes del Atlético Levante, entre ellos Héctor Rodas, ex jugador del equipo granota. Cuenta con media temporada de experiencia en los banquillos.
No quedan más escudos
Es la última oportunidad de evitar 2 manchas negras en el currículum para Felipe Miñambres. Un debe muy grande con los entrenadores pesa sobre su cuerpo. Termina contrato a final de temporada con un salario de medio millón. No quedan más escudos, es Felipe contra los fantasmas de sus fracasos.
