Fede Valverde es la columna vertebral del conjunto merengue, convirtiéndose en uno de los jugadores más importantes de la plantilla del Real Madrid en lo que va de temporada
No es una novedad que el futbol está cambiando, y que los jugadores físicos cada vez son más notables en el juego. Todos los equipos quieren tener un jugador capaz de aportar tanto en fase defensiva como ofensiva. El halcón alzó el vuelo la pasada temporada, teniendo una temporada de ensueño. Sin embargo, pese a que este curso no se hable del uruguayo, es el pilar que hace que el edificio blanco no decaiga.
La pieza del puzle que no puede faltar
La plantilla blanca está repleta de estrellas, como Bellingham, Vinicius, Rüdiger, Rodrygo, Kroos. Sin embargo, y pese a ser algunos de estos los que acaparan todos los focos, hay una pieza que sin ella nada encajaría. Así es, Valverde se ha asentado como la clave del puzle que Ancelotti. El medio campo madridista cuenta con grandes nombres, pero el técnico italiano no contempla dejar fuera del once al charrúa.
Fede Valverde ha disputado todos los encuentros en lo que va de temporada, siendo titular en todos menos en tres. El mediocentro es el pilar del esquema madridista, disputando aproximadamente el 90% de los minutos posibles en todas las competiciones. Mientras que Kroos y Modric pueden disfrutar de descansos gracias a la rotación. Tchouaméni alterna posiciones entre la defensa y pivote, además de ser baja durante unas semanas. Camavinga siendo importante desde el banquillo y en distintas posiciones como titular. El que nunca falta es el uruguayo, convirtiéndose en el ojo derecho de Ancelotti en el medio campo.
Un rendimiento en las sombras
La evolución del futbol se hace notar, y uno de sus indicios es la importancia de los mediocentros Box to Box. Un claro ejemplo de este tipo de jugador es el mediocampista blanco. Valverde aporta tanto en ataque como en defensa. El charrúa registra una de las mejores marcas defensivas en toda su carrera. Tanto en Champions League como en liga, el `15´ blanco registra 132 recuperaciones, con un porcentaje que ronda los 5 robos de balón por partido. Además, consigue cortar una media de 1´12 pases por encuentro y gana el 61´29% de sus duelos (alcanzando los 5 por partido), yendo al límite en cada duelo individual.
En ataque no está teniendo números para enmarcar de cara a portería, con solo 1 gol y 3 asistencias. Sin embargo, es capaz de marcar diferencias cuando de atacar se trata. Sus recorridos por la banda como si de un carrilero se tratase, velocidad y apariciones ofensivas como un extremo, o incluso golpeos de mediocentro ofensivo. El sistema del Real Madrid no se entendería sin el compromiso mostrado por el halcón, un todoterreno que aporta el equilibro en la buena dinámica del club blanco.
