Un solitario gol de Otamendi agranda la crisis brasileña en un partido donde el foco de atención estuvo en las gradas momentos antes de comenzar el encuentro.
Sobre el partido
Brasil sufrió su primera derrota ante su afición en una fase de clasificación para el Mundial, y fue contra su máximo rival, Argentina. Además, la selección brasileña acumula ya tres partidos sin conocer la victoria.
Primera parte en la que apenas hubo ocasiones, pero sí demasiadas faltas (un total de 16), que se saldaron con 3 tarjetas amarillas para la Canarinha. Además, Messi terminó la primera mitad con molestias en el muslo.
En la segunda parte, Lo Celso, encargado de lanzar los saques de esquina tras las molestias de Messi, colgó el balón al área, donde Otamendi se elevó más que los defensores y anotó el único gol del encuentro. Además del gol del zaguero argentino, lo único destacable de la segunda mitad fue la expulsión de Joelinton, quien se enzarzó con De Paul.
Pero, ¿Qué pasó antes del partido?
Aficionados tanto argentinos como brasileños se vieron involucrados en una pelea que se cree que comenzó debido a la instalación de una pancarta brasileña sobre una argentina, gesto que desencadenó toda la trifulca.
La pelea fue tan intensa que incluso la policía tuvo que intervenir, en algunos casos de manera contundente, para sofocar el altercado, resultando algunos aficionados heridos y sangrando.
En medio de este conflicto, jugadores argentinos se dirigieron hacia la grada para intentar frenar la pelea y dar inicio al partido lo antes posible. Fue Messi quien ordenó retrasar el partido y envió a sus compañeros al vestuario. En medio de la intervención policial, Dibu Martínez se acercó a la grada para detener a un policía que se disponía a golpear a un aficionado albiceleste.
Finalmente, el partido comenzó con retraso y se desarrolló en un ambiente más tenso de lo habitual.
El fútbol sudamericano vuelve a estar en el foco de atención, pero esta vez no por cuestiones deportivas, sino debido a los altercados que tienen lugar en las gradas. Es un problema que la CONMEBOL debe abordar para evitar que se vea empañada la imagen del fútbol sudamericano.