La derrota ante el Espanyol desvanece el efecto Bouldini
El Levante perdió su primer partido de la temporada frente a un superior Espanyol. Un caída en un panorama insólito para los blaugranas que jamás habían perdido siempre que Bouldini marcaba. Un efecto Bouldini que ya empezó a chirriar a principios de temporada, cuando el delantero marroquí marcó, pero el Levante no ganó, algo que tampoco sucedió en los 8 anteriores precedentes.
Hasta el pasado viernes, el acierto de cara a portería de Bouldini era sinónimo de puntuar. La temporada pasada marcó 8 goles, todos en partidos diferentes. Fueron 8 victorias. El efecto Bouldini se desvaneció a las primeras de cambio. Marcó en la jornada inaugural, sin embargo el Amorebieta logró empatar la contienda.
Pichichi de plata
Sus 4 goles le colocan en la 2ª posición en la carrera por el pichichi. Sólo Carlos Marín, el delantero del Mirandés, mejora con 5 goles y Curro Sánchez, el centrocampista del Burgos, iguala los registros del delantero granota.
El rendimiento de Bouldini
Para poner en contexto el gran momento de Bouldini cabe mencionar que la temporada pasada se quedó en los 8 goles. En 5 partidos lleva la mitad.
Su eficacia es sorprendente. Son 4 goles en 7 lanzamientos a portería. Marca un gol cada 106 minutos, superando con creces la media de 300 minutos/gol de la 22/23. Algunos de bonita estética, como el que consiguió ante el Burgos tras un control acrobático y un tiro de fuera del área.
Un delantero necesario
Se desvanece el efecto Bouldini, sin embargo el Levante gana un goleador. Su participación es el 57% de los goles de los valencianos. El marroquí opta a convertirse en el jugador franquicia. Veremos si su rendimiento no termina siendo recompensado con una convocatoria con la selección de Marruecos o siendo la gran venta del próximo verano.