Después de dos partidos en Indiana, las finales de la NBA siguen empatadas y vuelven a viajar a Oklahoma
A pesar de que no se podía imaginar una final tan emparejada, los Pacers están siendo capaces de encontrar fisuras en los Thunder para mantener vivo el sueño del primer anillo de la franquicia. El Gainbridge Fieldhouse ha sido testigo de dos de los mejores encuentros vividos en unas finales, en el último lustro. Ambos equipos, están regalando, unas series con cambios de guión, estadísticas impensables y heroés inesperados. Y por si fuera poco, todavía queda el desenlace, que como mínimo serán dos partidos más.
En el primer partido de las Finales que recibía Indiana desde hace 25 años, su última participación fue en el 2000 ante los Lakers, algo parecía estar cambiando en el ambiente. La ciudad, los aficionados, el estado de Indiana, todos con sus jugadores, nada era igual. Y estos no decepcionaron. A pesar de que el primer cuarto fue para los Thunder, respondieron con dureza. En un segundo acto en el que anotaron 40 puntos, 12 más que sus rivales. Tras el paso por el vestuario, los Thunder intentían responder pero un último cuarto de escándalo daba la victoria a los Pacers. Con un gran Pascal Siakam con 21 puntos y 6 rebotes, acompañado de Haliburton, 22 puntos, 11 asistencias y 9 rebotes.
Sin embargo, al cuarto partido, los Thunder sabían lo que se jugaban, no podían especular y querían mantener todo igual, en tablas. Y vaya si lo hicieron. Shai Gilgeous-Alexander demostró, después de que lo «secarán» en el tercer partido, porqué es el MVP de la NBA, con 35 puntos y 3 rebotes. El base canadiense lideró a los suyos en un partido que los de Oklahoma dominaron de principio a fin, sin ningún problema. Ahora la serie vuelve a Oklahoma para volver, en el sexto partido a Indiana, ambos equipos han ganado fuera de casa, todo está por decidir porque todo sigue igual…
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