Los de Gonzalo Rodríguez sacaron adelante un partido tosco y complicado ante un Real Valladolid plagado de bajas en la pintura
«Querer ascender no es lo mismo que tener que ascender«, decía Gonzalo Rodríguez en la previa. Pero, lo cierto, es que una derrota a orillas del Pisuerga habría dejado tanto a él como al equipo muy mermados. Y el Real Valladolid, pese a las bajas, se lo puso muy difícil. Es más, quitando al inicio y al final del choque, llevaron la batuta del marcador en todo momento e, incluso, amenazaron con irse con una ventaja considerable al descanso. ¿Dónde estuvieron las claves de la victoria del Obradoiro?
El rebote y la pintura
Los santiagueses dominaron el rebote por 29 a 41. Esto les permitió realizar 13 tiros más que los vallisoletanos (54 a 67) y sumar más puntos pese a firmar peores números tanto de dos como de tres. Además, los once rebotes ofensivos capturados se convirtieron en 13 puntos en segundas oportunidades, por tan solo 2 de sus oponentes. Se trata de una evolución muy positiva del Obradoiro, pues es una faceta del juego que les venía costando en las últimas jornadas.
Sorprendió el planteamiento de los gallegos, pues usaron mucho más la pintura de lo que en ellos venía siendo habitual. Si nos retrocedemos a anteriores encuentros, el Obradoiro destacaba por ser un equipo que tiraba lo mismo o más de tres que de dos. Ante el San Pablo Burgos, por ejemplo, realizaron dos intentos más desde el 6´75. Ayer, en Valladolid, el estilo se modificó por completo. 19/43 en tiros de dos y 9/24 desde el triple o, lo que es lo mismo, casi el doble de tiros de dos que de tres. Y, lo cierto, es que tuvo un gran impacto en el resultado, pues dominaron la pintura por 32 a 24.

Fuente: Redes Sociales `X´ del Obradoiro
Gran culpa de ello la tuvo Stevic, el veterano pívot que rozó los 34 minutos disputados. Un minutaje que resalta por la distribución dispar con su compañero de puesto Stephens, quién sigue perdido en ciertas acciones defensivas. El serbio fue el segundo jugador más valorado, únicamente por detrás de Sergi Quintela, con 11 puntos, 11 rebotes, 2 asistencias, 2 recuperaciones y 4 faltas recibidas. Factor que podría entenderse como preocupante para el Obradoiro, pues depender de un jugador de 41 años puede ser peligroso a largo plazo.
Millán, Sergi y las recuperaciones
Mencionábamos previamente a Sergi Quintela y, es que, el gallego fue el mvp del encuentro. Se trata de un jugador polivalente que, independientemente de su efectividad, destaca por la intensidad y la exigencia a la que se expone. Si, además de ello, está acertado, se convierte en indetectable. Él, junto a Millán Jiménez, percutieron mucho en la zona castellana bien a base de penetraciones o tiros de media distancia tremendamente dañinos. También se convirtieron en piezas fundamentales en la defensa, pues recuperaron tres balones.
Ocho recuperaciones firmó el Obradoiro en la noche de ayer que se convirtieron en, ni más ni menos, que en 17 puntos. Otra estadística en la que aventajaron y por mucho al Real Valladolid (4-17). Los de Lolo Encimas estuvieron muy erráticos en ciertas fases del partido y eso les salió muy caro. Las 13 pérdidas resultaron ser mortales para ellos no tanto por la cantidad, que también, sino por el cómo los santiagueses supieron penalizarlas.

Fuente: Redes Sociales `X´ del Obradoiro
Davison y el banquillo, las debilidades del Obradoiro
Brad Davison es capaz de lo mejor y de lo peor. En Santiago ya conocen sus dos caras. La buena acostumbra a mostrarla en casa, mientras que fuera no termina de encontrar la tecla. 3/13 en tiros de campo y una pérdida ayer para el norteamericano que contrastan con la exhibición del sábado pasado en Sar. Quizás sea falta de tiempo o de adaptación, pero el máximo anotador de la pasada Leb Oro es, al menos hasta el momento, la definición perfecta de montaña rusa.
El otro gran agujero del Obradoiro en los dos últimos partidos fuera de casa ha sido el banquillo. No es que los suplentes no aporten, sino que lo hacen en menor cantidad que los de sus rivales. Frente al Cartagena, los suplentes murcianos anotaron 49 puntos por 17 del Obradoiro. Cierto es que los números de los de Jordi Juste sorprenden, pero ayer se confirmó que es una tónica cuando los de Gonzalo Rodríguez están en pista. 33-19 dominó dicha estadística el Real Valladolid.
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