Alcaraz derroca a Nadal en dos mangas (6-3, 6-3) y se cita con Sinner en la final. Pese a ello, el balear ha dejado muy buenas sensaciones
Son pocos los partidos en el que ambos jugadores se despiden de la pista con una sonrisa en el rostro. El Alcaraz-Nadal de hoy lo ha sido. El primero tiene motivos para estar contento porque mantiene una dinámica positiva y un nivel de juego al que solo puede aspirar Sinner en estos momentos. El segundo por el nivel mostrado tras muchos meses de inactividad, por confirmar que puede ser un jugador fundamental en la Copa Davis. Si alguien pensaba que no iba a estar preparado para su último baile, el partido de hoy debería haberle despejado cualquier duda.
Mañana no se disputarán choques en Arabia Saudí al tener que tomarse el torneo un día de descanso para cumplir con el reglamento ATP. Pero, para el sábado, la organización tiene preparada una nueva doble ración de enfrentamientos emblemáticos. Alcaraz se verá las caras con Sinner, el número 1 del mundo, en la final que dirimirá quién se lleva los seis millones de dólares. Nadal, por su parte, se enfrentará a Djokovic por última vez en la que es, sin duda, la mayor rivalidad de la historia del deporte. Tarde de tenis y palomitas.
Toma de contacto
Desde que Rafa cayó eliminado junto a Carlitos en los Juegos Olímpicos, el balear no había jugado un partido competitivo. Estadística que explica su inicio tambaleante, con muchas dudas y errores propios de la falta de ritmo. Lo aprovechó Alcaraz para hacer el primer break y así abrir una ventaja que Nadal no conseguiría cerrar en ningún momento. Eso sí, las sensaciones fueron mucho mejores conforme pasaba tiempo. Subía a la red, trataba de invertirse con su derecha…poco a poco iba siendo más reconocible.
Nadal saluda a un estadio entregado a él. Photo by Richard Pelham/Getty Images
Aunque su servicio era muy pobre en cuanto a velocidad, la colocación y el efecto empleado hacía que el murciano no se encontrara del todo cómodo. Llegó una fase en la que incluso los puntos parecían estar en su mano, que dependían más del acierto de Nadal de lo que pudiera hacer su oponente. Y, justo cuando mejor tenis estaba consiguiendo desplegar, se llevó un mazazo. Segundo break para Alcaraz y 6-3 definitivo para esta primera manga. Ir perdiendo no era un problema, pues hasta el propio Moyá reconocía en el descanso entre sets que su pupilo estaba compitiendo muy bien.
Más de lo mismo
La segunda manga inició de una forma diferente, pues Nadal ya había entrado en partido. Sin embargo, el balear iba con el agua al cuello. Si le dejaba una bola medianamente mansa al murciano esté se la hacía pagar muy cara. Y, en el único juego en el que Rafa bajó el listón mínimamente, Carlitos le endosó el break necesario para poner pie y medio en la final. Supuso el 3-1 y, a partir de ahí, quizás se vieron los puntos de más nivel. Los dos se soltaron y se destapó el tarro de las esencias.
El resultado es, posiblemente, lo que menos importe del partido. Las sensaciones, muy positivas, son lo verdaderamente relevante. Falta ritmo, velocidad de piernas e incluso movilidad, fruto de la edad y la inactividad, pero Nadal sigue siendo Nadal. Su derecha corre por sí solo y, si es capaz de no tener tantos altibajos, podría perfectamente disputar el individuales en la Copa Davis. El sábado, otros dos regalos más nos esperan en el Six King Slam. Sinner-Alcaraz por el bote de seis millones y Nadal-Djokovic por el tercer puesto.
Para informarte minuto a minuto del deporte desde otra perspectiva, SIGUENOS en nuestras redes sociales: