El Obradoiro arranca su participación en la 1ª FEB, antigua LEB Oro, con el anhelo de regresar a la élite del baloncesto español
Se acabaron los preparativos, comienza el fuego real. El Obradoiro inicia este domingo, 18:30 horas, su andadura por la segunda categoría del baloncesto nacional. El objetivo es claro, regresar a la élite lo más rápido que se pueda. Si se quiere hacerlo de forma directa solo existe una fórmula, la de quedar primero de los dieciocho equipos que conforman la nueva 1ª FEB. El debut supone pasar de 0 a 100 en milésimas de seguro, pues el Estudiantes es otro de los candidatos a la promoción.
La pretemporada ha sido muy positiva. La idiosincrasia del nuevo calendario obliga a disputar partidos oficiales, aunque el aroma que se desprenda sea todavía veraniego. Tres victorias y una derrota, la de Copa de Galicia frente a Leyma Coruña, los reafirman. Quizás lo más ilusionante es ver la evolución del conjunto, semana tras semana adquiriendo los conceptos propuestos por Gonzalo Rodríguez. El entrenador santiagués quiera a un equipo versátil y rápido, capaz de desplegar distintas líneas de juego en un mismo partido.
Lo único preocupante, y no en exceso, es la defensa. Al ser tan móviles, y Stephens no ser precisamente ágil, sufren en las ayudas. Los ajustes requieren de un tiempo de asimilación. En los rebotes, por ejemplo, ya mejoraron considerablemente desde el desastre del primer día de la Copa España ante el COB. En la parcela ofensiva todo va sobre ruedas. Si Davison no está fino será otro quién aporte los puntos, pues todos disponen de una gran capacidad anotadora.
Estudiantes, el primer escollo
Los caprichos del calendario han querido que dos de los mayores aspirantes al ascenso se enfrenten en la primera jornada. El Estudiantes, un equipo consagrado y con muchos fichajes de un nivel superior, será la prueba del algodón. El plantel de los madrileños está lleno de nombres ilustres como el de Jason Granger o `Pato´ Garino, ambos con experiencia en Euroliga. Francis Alonso pone la guinda con su gran capacidad anotadora, llamado a ser el principal referente del equipo.
Imagen del partido entre Obradoiro y COB. Fuente: redes sociales del Obradoiro
El Obradoiro también cuenta con los galones suficientes para derrocarles. Gonzalo Rodríguez es un entrenador que prefiere centrarse en lo que su equipo puede llegar a desenvolver más que en los recursos del rival. “Trabajamos con scouting, pero si el éxito de un partido, tanto en defensa como en ataque radica en los ajustes que hagas de cara a cada partido, creo que no es una muy buena señal. Haremos ajustes en cada partido en función de cosas muy puntuales que el equipo rival pueda tener, pero nuestra preocupación está en hacer bien los básicos del baloncesto”, comentaba en la previa.
“El equipo entiende perfectamente lo que queremos hacer y como jugar. La idea la hemos machacado desde el primer día. También tenemos claro lo que mejorar para llegar a ser lo que queremos. En cambio, sucede que en 7 semanas no da tiempo a realizar estos procesos tanto de aprendizaje como de contenido táctico, comprensión y ejecución. Esto es una obra inacabada en la que nos queda mucho trabajo por delante”, agregó el míster. En entrevistas publicadas esta semana por medios locales hacía referencia al sueño cumplido que supone para el ser el entrenador del Obradoiro. Y, es que, todo Santiago se encuentra inmerso en un sueño, el del ascenso.
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