Simeone introdujo seis cambios en Vallecas respecto al partido del Leipzig y el resultado fue un empate que deja al equipo a seis del líder
Hay cosas que cambian y mejoran con el paso del tiempo. Hay otras que no. Las actuaciones del Atleti fuera de casa siguen sin cambiar a pesar de los fichajes o de que pasen las temporadas. Ayer, Simeone dio lugar en la alineación a la unidad «B». Revolucionó el equipo desde la defensa, donde jugadores como Molina, o Witsel volvieron al once por primera vez desde hace un tiempo. Llorente volvió a ocupar su puesto en la medular escoltando a Koke con la compañía de Gallagher. Y arriba los dos flamantes fichajes buscaron el gol de manera fallida.
Tanto cambio en el once mirando el derbi y la Champions por el retrovisor resultó ser un fracaso. El primer acto del equipo fue horrendo. Dominio total del equipo del barrio. Los de la franja se hicieron con la posesión en la medular. Un 68% de posesión. Julián sembraba el peligro ante la falta de juego. Un balón al larguero y un mal control fue lo único rescatable de una primera mitad para olvidar. Ya no solo fue la falta de juego, sino la falta de intensidad.
Un contraataque culminado por Isi puso a Vallecas boca abajo. Evidenció la transición que a los chicos del Cholo no les apetecía correr. Un trote cochinero de Lino o Koke dio lugar al gol de Isi tras la incorporación de Ratiu desde el carril derecho. En la segunda parte, Simeone decidió acabar con las rotaciones. Grizzi al campo y gol de Gallagher a los cinco minutos, que ya suma más tantos que Sorloth y Julián.
Valen igual los puntos de Vallecas que los del derbi
3 puntos son 3 puntos. Aquí, en Londres o en Indonesia. La liga del año 2021 se ganó sin apenas rotaciones. Una primera unidad disponible y de garantías. La segunda unidad, como quedó demostrado ayer, no está capacitada para competir por La Liga. Las ausencias de Giménez y Le Normand en la zaga, Llorente en el carril y el siempre vital Griezmann hacen que soñar con aspiraciones mayores se antojen realmente complicadas.