Joan Jordán ya es historia del Sevilla, que logra encontrarle acomodo en el Deportivo Alavés y asi liberar una ficha que ocupará Valentín Barco
El Deportivo Alavés está cerrando una plantilla de ensueño. Si bien la parcela defensiva es un constante quebradero de cabeza, de centro del campo hacia arriba la dirección deportiva ha conseguido brindarle a Luis García Plaza un arsenal de variantes ofensivas.
El técnico madrileño siempre ha hecho hincapié en que la competitividad de un equipo reside en contar con más de un jugador en cada puesto. Ahora, cuenta con catorce jugadores de ataque para seis posiciones y algunos de ellos pueden ocupar más de una demarcación.
El elevado salario del catalán, de 3,6 millones de euros, era uno de los puntos importantes a tratar en la mesa de negociación. Las negociaciones no iban a llegar a buen puerto si el Sevilla exigía un gran esfuerzo económico por parte de los babazorros, al pedirle que se hicieran cargo de gran parte de su salario. Finalmente, las conversaciones han fructificado y ambos clubes han acordado que el Sevilla se haga cargo del 70% de la nómina.
Joan Jordán era objeto de muchas críticas en Nervión. El aluvión de descalificativos que recibía a través de las redes sociales, le han hecho tomar esta difícil decisión. Se considera «sevillista a morir» y su salida supone un gran soplo de aire fresco para la entidad, que logra liberar masa salarial e inscribir a Valentín Barco, uno de sus fichajes más prometedores.
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