Julián Álvarez ha disputado sus primeros 3 partidos con el Atleti, dejando un comienzo gris, una situación que recuerda a la de Griezmann en sus inicios en el club rojiblanco.
Tranquilidad. Esa es la palabra que debe rodear al entorno de Julián y al de la afición colchonera respecto a su principal figura. La ‘Araña’ no ha comenzado bien, o al menos, no tan bien como esperarían muchos de aquellos que pensaban ver al argentino siendo decisivo desde el día uno. El argentino todavía no ha sido capaz de ver puerta, tampoco de hacérsela ver a algún compañero con alguna asistencia. Tampoco se le ha visto muy participativo o, dicho de otra manera, muy metido en el equipo. Nada raro, algo normal en un fichaje. Calma con Julián.
El ’19’ apenas lleva dos semanas como jugador colchonero. Solo 14 días en los que ha podido conocer y empezar a interiorizar los automatismos de un equipo complicado de entender. Su sistema y exigencia siempre cuestan a todos los fichajes, Julián no tenía por qué ser la excepción. Calma. A pesar de no estar todavía en el punto físico máximo, imposible tras un año muy exigente en el que ha empalmado Copa América, JJ.OO. y el comienzo de temporada, Julián lo deja todo en el campo. El esfuerzo no es negociable para él y su entrenador, Simeone, quien está encantado con él. Calma con Julián.
(Photo by Gonzalo Arroyo Moreno/Getty Images)
Griezmann, el mejor ejemplo de Julián Álvarez
El estilo y esquema del Atleti de Simeone no es fácil de interiorizar. Presión, esfuerzo y un apoyo defensivo que es innegociable y al que, en muchas ocasiones, jugadores de este calibre no están del todo acostumbrados. Julián lo sabe, pero poco a poco necesitará ir conociendo todos esos automatismos de un esquema complejo, pero preparado para resaltar sus cualidades. Sin embargo, el argentino no es el primero que le ha costado entrar al equipo tras un fichaje, sino, pregúntenle al máximo goleador de la historia del Atleti, Antoine Griezmann.
El francés llegó en el verano de 2014 a un Atleti campeón de liga y finalista de Champions, una situación muy diferente a la de la ‘Araña. Sin embargo, al igual que él, con menos caché que el argentino, estaba llamado a liderar al Atleti en los próximos años. En unos partidos muy irregulares donde combinó titularidades y suplencias, Griezmann no consiguió estrenarse en LaLiga hasta el 1 de noviembre, 3 meses después del inicio. Antes, lo había hecho en Champions, pero siendo un suplente muy recurrente para Simeone.
Bilbao, punto de inflexión de Antoine, ¿por qué no de Julián?
Pero, en la vida hay muchas casualidades y esta puede ser una más de ellas. El punto de inflexión de Antoine Griezmann en el Atleti fue ese último partido del año 2014. Una salida complicada a Bilbao, a la que llegaba el conjunto rojiblanco tras un pinchazo en casa, o lo que es lo mismo, necesitado de puntos. Simeone, tras tener a Griezmann varios partidos como suplente, dio la confianza a Antoine para ser titular en su campo preferido frente a su antiguo rival, el Athletic Club. Hat-trick y el comienzo del gran Griezmann que conocemos hasta hoy. El resto con el francés ya es historia.
Casualmente, el Atleti jugará el siguiente partido ante el Athletic en San Mamés. Un partido en el que necesita los puntos y en el que su máxima estrella y principal fichaje del verano llega necesitado de goles. Un escenario y un momento propicio para que Julián Álvarez de un puñetazo sobre la mesa y demuestre por qué ha desatado tanta ilusión en la afición colchonera. Griezmann ya lo hizo en su momento, ¿por qué no puede hacerlo Julián Álvarez? Aun así, pase lo que pase el sábado, calma con Julián. Los goles llegarán y la ‘Araña’ volverá a picar tanto o más como en su llegada.
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