El Real Oviedo ha conseguido 4/6 en sus dos primeros partidos lejos del Tartiere, haciendo un buen inicio a pesar de no contar con toda la plantilla.
Las visitas a Riazor y a Castalia se han saldado con una victoria y un empate ante dos clubes que han sido los mejores en Primera RFEF. Dos grandes actuaciones defensivas han llevado al Oviedo a sumar en las dos ocasiones, pero la versión con balón del equipo no ha sido del todo buena, por lo que toca empezar a demostrar en el Tartiere ante el Racing de Santander.
Una plantilla prácticamente cerrada en Oviedo
No haber encajado y haber sumado en las dos primeras jornadas habla muy bien de Calleja, pero tanto el club como los aficionados esperan que el equipo mejore la versión referida a la posesión de balón en los próximos partidos. Es verdad que las situaciones de partido que ha tenido que manejar el Oviedo han llevado a que la posesión no sea trascendente, pero para poder dar el máximo, la soltura con balón tiene que ser mucho mejor.
Además, la falta de dos jugadores claves la temporada pasada como Colombatto y Seoane se nota, aunque pueden llegar para la siguiente jornada. El tridente del medio del campo era totalmente nuevo, y es normal que todavía las piezas estén sin engrasar del todo. Es muy pronto para sacar conclusiones, y sobre todo teniendo en cuenta que en el partido de ayer 6 de los 11 jugadores eran nuevos.
También parece que el rendimiento ofensivo está bajo lupa, y ante la incertidumbre de si se traerá otro nueve, se espera que el fichaje de Chaira pueda ser clave. La calidad de las bandas del Oviedo todavía no se ha demostrado del todo, y la pasada temporada fueron claves los jugadores de banda. Por lo tanto, la paciencia es la solución, para comprobar si los jugadores están hechos para competir por los puestos de arriba de LaLiga Hypermotion.
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