Estados Unidos es el claro dominador del tenis mundial a nivel masculino y femenino, copando gran parte del top 20 en ambos casos
El deporte es variable, imprevisible y sorprendente. Pese a ello, siempre hay una serie de países que, ya sea por su tamaño o su tradición, triunfan en unas modalidades por encima de otras. El tenis, que siempre ha tenido grandes potencias, empieza a coger aromas pasados, tintes estadounidenses. El ránking femenino, donde la explosión de jugadores de Estados Unidos es cada vez mayor, es la mejor evidencia de ello, pero en el masculino tampoco se quedan cortos de talento. A las puertas del US Open, amenazan con ganar en casa por primera vez desde 2003 en el cuadro masculino.
La hegemonía es palpable y, pese a que en el circuito ATP no estén firmando la mejor temporada posible, ha sido llegar la gira norteamericana y sorprender a propios y extraños. Si en Toronto fue Korda el encargado de dar un paso al frente y colarse en semifinales, en Cincinnati es Tiafoe quién disputará la final de esta misma tarde. Ambos son, simplemente, las caras visibles de un elenco interminable de tenistas que copan el top 50 del ránking. Son hasta ocho los que se sitúan entre los 52 primeros y cinco entre los 20, conformando así el 25% del total.
Si analizamos la situación en el femenino, el monopolio es todavía más alentador para los intereses de Estados Unidos. Cuatro jugadoras (Gauff, Pegula, Emma Navarro y Collins) se encuentran en el top 8 del año o, lo que es decir, la mitad de las tenistas que clasificarían para las WTA Finals son de origen yanqui. La segunda peleará por el título en Cincinnati esta tarde ante la máxima favorita, Ayrna Sabalenka. De cara al US Open, se sitúan como las máximas favoritas en el caso de que Swiatek o la bielorrusa fallan, siempre teniendo en cuenta que Coco es le vigente campeona.
Francia y Rusia, las alternativas a Estados Unidos
Está claro que Estados Unidos es la nación número 1 en la actualidad. Nueve hombres entre los 75 mejores del mundo, 15 mujeres en el top 100…los números hablan por si solos. Sin embargo, son dos las potencias, una en ATP y otra en WTA, las que tratan de amedrentarles. Francia, en el masculino, goza de muchos jugadores de gran nivel, pero que no terminan de dar el salto a la élite mundial. Pese a ello, se trata de chicos jóvenes con un futuro prometedor. Aunque no sean los Fritz, Paul y compañía; Cazaux, Humbert, Fils o Perricard tienen todavía muchos años por delante para pulir detalles.
Rusia es la alternativa femenina, pues, a pesar de estar lejos todavía, gozan de once representantes entre las 100 mejores. Las hermanas Andreeva y Shnaider encabezan una generación que promete muchos éxitos para los soviéticos en la próxima década. Todo ello a escasos meses de que Málaga albergue las finales de la Copa Davis y la Billy Jeans Cup, las dos competiciones que miden las fuerzas de las distintas potencias mundiales. Allí, Estados Unidos partirá como favorita en ambos géneros.
La situación del tenis español, desagradablemente, es la antítesis de la estadounidense. Alcaraz se encuentra muy solo tras un año muy pobre de Davidovich y, en las chicas, Badosa se postula como la única capacitada de luchar por grandes objetivos. Se han roto récords negativos en cuanto a jugadores del top 100 que databan de 1989. Pese a ello, se trabaja para que el panorama cambie a través de chicos como Landaluce.
Para informarte minuto a minuto del deporte desde otra perspectiva, SIGUENOS en nuestras redes sociales:
