La natación española no ha brillado en París, pero ha sembrado las semillas necesarias para poder hacerlo en Los Angeles 2028
La delegación española acudió a París con uno de los equipos más numerosos de las últimas citas internacionales. La veteranía de Jessica Vall o África Zamorano contrastaba con la juventud de los Carlos Garach, Carmen Weiler y compañía. El andaluz, precisamente, ya avisó en los días previos que para esta edición el objetivo era extraer el mayor número de lecciones posibles de cara a Los Angeles 2028, la gran meta que se han fijado las mayores promesas de la natación española.
La fiebre de la `medallitis´ hace que, mediáticamente, el nivel de la natación española en París pueda parecer desesperanzador. La sombra de Mireia Belmonte es alargada y hace que no se lleguen a valorar las finales de Hugo González o el noveno puesto en los relevos, pero lo cierto es que no es una disciplina que haya dado muchas alegrías a España históricamente. El propio nadador del Canoe declaró que estos habían sus mejores Juegos Olímpicos, pese a que se le quede la espina de no finalizar en el podio.
El 200 espalda, prueba en la que se proclamó campeón del mundo el pasado febrero, estuvo plagada de grandes nadadores que firmaron marcas similares, pero cinco de ellos fueron mejores que el madrileño a la la hora de la verdad. Un título mundial, el que ostenta Hugo, engañoso a la hora de llegar a la cita olímpica, pues muchos de los grandes nombres en la capital gala no estuvieron presentes en Qatar. La preparación apretaba y su calendario no estaba para demasiados festejos. Es por ello por lo que, quizás, las esperanzas y presión a la que se sometió al nadador español fue excesiva.
Los Ángeles 2028, el verdadero sueño
Lo positivo es que se trataron de los primeros Juegos Olímpicos para gran parte de la delegación. Carlos Garach, con veinte años recién cumplidos, es una gran apuesta del fondo masculino, abriéndose paso poco a poco en unas distancias que viven su época de mayor nivel histórico. Laura Cabanes, semifinalista del 200 mariposa celebrando su mayoría de edad; Emma Carrasco más de lo mismo en los estilos y Carmen Weiler quedándose muy cerquita de su primer diploma olímpico siendo del 2004. La natación española tiene mucho futuro y Hugo González, el líder por antonomasia, tendrá 29 años todavía en Los Angeles 2028.
La mayoría de ellos son nadadores que no han podido completar el ciclo olímpico francés debido a su corta edad, el próximo será su primera preparación seria. Y, lo mejor de todo, es que tienen un margen de mejora bestial en sus manos. Las salidas de Carmen Weiler, su punto débil, pueden colocarla en la élite mundial si es capaz de mejorarlas. Emma Carrasco ya es una de las mejores del planeta hasta los últimos metros, pues en el crol sufre lo indecible y es lo que la apartó de las finales. En el momento que tenga tiempo de retocar tres detalles, estará a la altura de las más grandes.
También habrá que observar la evolución de otros jóvenes que ya triunfan en categorías inferiores. Luka Hoek, Nayara Pineda, Estella Llum, Nil Cadevall, Teo Riego…el nivel de todos ellos, al menos por el momento, hace a la federación ser muy optimista. Una circunstancia que, además, llevaría consigo una evolución de los relevos, disciplinas en las que desde el equipo técnico nacional se está haciendo mucho hincapié en los últimos tiempos. París fue la semilla, Los Ángeles 2028 será la hora de recogerla.
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