¡Fran Garrigós abre el casillero con un bronce en Judo -60 kg Masculino! Por fin, después de tres juegos olímpicos, el judoca mostoleño consigue su primera medalla olímpica.
Garrigós empezó el combate de una manera agridulce, con dos amonestaciones. No obstante, supo dominar su mente hasta el punto de alzarse con la victoria en el tiempo extra en la batalla por el 3º y 4º puerto al georgiano, Lasha Shavdatuashvili, segundo del mundo. Así, ha revivido el medallero olímpico en el yudo nacional tras 24 años de sequía.
El sargento reservista del Ejército del Aire Español se apoderó de la medalla de bronce cumpliendo «un sueño desde pequeño«. Además, Garrigós expresó su esperanza en que fuera «la primera de muchas para España en estos Juegos«. Igualmente, recordaba que: «La delegación atraviesa un buen momento deportivo, confío en que se vea recompensado en esta cita olímpica. Esta medalla llega el primer día da ánimos al resto. Hemos demostrado en este ciclo que llevamos un buen equipo«, señaló sobre su armada en judo.
Garrigós se encontraba exhausto tras la victoria y no fue consciente de la misma hasta que el colegiado le proclamó vencedor: «No he querido creérmelo hasta ese momento. Estaba concentrado en el combate por cualquier cosa que pudiera pasar. Este éxito se lo dedico a mi pareja, a mi entrenador, a mi familia, y al equipo técnico que lo ha hecho posible, además de los compañeros que están siempre apoyándome haga frío o calor».
En Japón «no será bien recibido»
El español venció al japonés Ryuju Nagayama en cuartos de final. A consecuencia de ello, según afirmaba su entrenador, Quino Ruiz, recibió amenazas por parte de Japón: «Le han llegado mensajes desagradables, algo que no entiendo. Creo que no tienen razón y voy a defender a Fran a muerte».
“Algunos le han dicho que no vuelva a Japón, que no será bien recibido, porque va bastante a entrenar. Le han dicho que lo que ha hecho es un deshonor. No lo entiendo. Creo que son cuatro chalados que siempre hay por ahí, porque también ha recibido muchos mensajes de apoyo desde allí. Hay que saber perder y hay que ser elegante. ¿Por qué no le ha saludado? Se ha quedado dormido. Fran había venido aquí a competir y a ganar”, defendía Quino.
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