Carlos Alcaraz pasa a la segunda ronda de los Juegos Olímpicos tras vencer en dos mangas al libanés Hady Habbib
Alcaraz volvía al club de tenis que le vio ser campeón de Roland Garros hace dos meses. El griterío de la grada, ante la entrada del español en pista, fue majestuoso. En el ambiente se percibía que un gran deportista estaba presente. Todos los ojos querían verle a él.
El actual número 3 del mundo se desenvolvió con facilidad en pista y acabó venciendo 6-3 y 6-1 al inexperimentado Habbib, primer tenista libanés de la historia en competir unos Juegos Olímpicos. Consciente de la hazaña de Habbib, el público se encariño con él y le apoyó hasta el punto final, que cayó del lado de Alcaraz.
La majestuosidad de un campeón
Carlos Alcaraz bailó sobre la Suzanne-Lenglen. Mejor dicho, la Suzzane-Lenglen se meció sobre el ritmo de Alcaraz. El español aprovechó las dóciles bolas de Habbib para plasmar todo su repertorio de golpes y efectos.
El murciano no se cansó de realizar winners de revés, tanto cruzado como paralelo. ‘Carlitos’ también despistó a Habbib con algún que otro saque-red. Los breaks a favor del español se sucedían y la marea tenística fue tal que hasta el público acabó haciendo la ola.
Habbib tan solo pudo disfrutar de la oportunidad y, al menos, maravillar con un primer servicio que no bajaba de los 200 km/h. Este se presentó como el único golpe dañino del libanés. Y es que una clara falta de experiencia le hizo fallar bolas fáciles y, sobre todo, competir con un lento ritmo de pelota.
A pesar de la superioridad, le típica desconexión de Alcaraz llegó. Habbib estuvo más cerca que nunca de la rotura. Sin embargo, la majestuosidad de un campeón como Carlos Alcaraz apareció en París y embaló al español hacia su primera victoria de los Juegos Olímpicos.