Pascal Wehrlein se coronó el pasado domingo como campeón de Formula E por primera vez en su carrera
La parrilla de F1 solo cuenta con 20 asientos. Si no aprovechas las oportunidades, ‘el gran circo’ no espera a nadie, y a los equipos les cuesta poco reemplazar a sus pilotos. Más aún si se trata de un novato o un corredor con poca experiencia en la categoría.
Paso efímero por Manor
El caso de Pascal Wehrlein recuerda al de muchas otras jóvenes promesas que, por x o por y, no terminaron por irrumpir en la F1. El alemán aterrizaba en la competición con tan solo 19 años cuando fue firmado por Toto Wolff como piloto reserva de Mercedes.
Tras dos temporadas formando parte de dicha academia, le llegó la oportunidad de su vida: ser piloto titular en una escudería de F1. Si bien el equipo era Manor, anteriormente conocido como Virgin o Marussia, que contaba con uno de los peores coches de la parrilla, era un tren que no se podía dejar pasar.
Ese año (2016), Pascal poco pudo hacer porque el monoplaza era el que era, llevado de un increíble GP de Austria donde llegaría a puntuar. Al final de la campaña el equipo echaría la persiana en el garaje y abandonaría la categoría reina del automovilismo. De nuevo en el mercado, una llamada pudo cambiarlo todo.
La retirada de Rosberg pudo salvar su carrera
Lo cierto es que, tras lograr el campeonato en aquella temporada, Nico Rosberg optó por la retirada. Y es entonces cuando la escudería Mercedes debía buscar a alguien para ocupar dicho asiento. Se barajaron muchos nombres, entre los que estaba el de Pascal Wehrlein.
No obstante, finalmente los de Brackley se decantaron por el finlandés Valtteri Bottas, algo que dejaba a Pascal sin equipo. Ese año conseguiría un asiento en Sauber, pero de nuevo se vio en la zona baja de la parrilla, por lo que una vez terminado dicho curso el equipo prescindió de sus servicios.
¿Y ahora qué?
Sin asiento en F1, Pascal tuvo un breve regreso a la DTM, y tras ser piloto reserva de Ferrari durante unos años, una nueva puerta se le abría. Desde 2014 existe una competición llamada Formula E, que es bastante similar al ‘gran circo’ pero que destaca porque sus monoplazas son eléctricos.
Es entonces cuando en 2019 a Pascal se le presenta la oportunidad de competir con el equipo indio Mahindra Racing, con el que estaría solo dos temporadas. Desde 2020 forma parte de una prestigiosa marca de coches como es Porsche, con la que, después de mucho tiempo, ha conseguido el campeonato mundial de pilotos.
Un premio incalculable para un piloto al que siempre se le achacó un comportamiento arrogante pese a que esto es negado por excompañeros y equipos suyos. El alemán conquista así el título demostrando que la vida da segundas oportunidades y que hay que aprovecharlas.
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