El jugador del Villarreal ha vuelto a disputar un encuentro después de 8 meses en los que se ha tenido que recuperar de su rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda y las complicaciones que tuvo por culpa de una bacteria.
La mejor noticia de la pretemporada ‘grogueta’ llegó la semana pasada cuando Yeremy Pino y Juan Foyth recibían el alta médica después de varios meses de calvario por sus respectivas lesiones. En concreto, el extremo canario sufrió una rotura de su ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda el pasado noviembre en un entrenamiento. En una entrevista emitida por el Villarreal en su canal de Youtube, Yeremy confiesa esos nervios que tuvo antes de volver a pisar el césped después de todo un proceso de recuperación, que se vio interrumpido por la aparición de una bacteria.
Volver a calzarse las botas: «Me sentí nervioso antes del partido, desde la noche de antes, era mucho tiempo sin competir. Las sensaciones son buenas. Todos pensábamos que iba a ser más tarde por todo lo que pasé, lo de la bacteria y la larga recuperación. Pero el trabajo que han hecho Alberto y Nacho conmigo ha tenido su recompensa y Marcelino está sorprendiendo que esté tan temprano y tan bien».
Felicitaciones recibidas: «Me acuerdo de mis padres y de mi hermana, que son los que se han comido estos ocho meses conmigo, que han sido bastante duros. Me han sabido llevar por el buen camino. Las felicitaciones fueron muy especiales. Recibí mensajes de Lamine y Gavi, que también está pasando por lo mismo, y me ayudaron mucho».
Lesión inesperada: «No me la esperaba, la verdad, porque me dijeron que era una cosa y cuando fui por la mañana a entrenar, la resonancia decía que tenía el cruzado roto. Fue duro recibir esa noticia. Y luego, cuando empecé a caminar, a coger fuerza, fui a la revisión a Madrid, me tuvieron que operar ese mismo día, porque si no se podía infectar la bacteria y era empezar de cero. No era consciente de lo que me estaba pasando. Mucha gente me dijo que gracias a Dios podía sacarlo adelante, fueron muchos días acudiendo al hospital, pinchándome, porque la bacteria tardó en salir”».
Objetivos: «No me marco objetivos. Solo estar el 19 de agosto como un avión para poder ayudar al mister. Esta etapa me ha servido para valorar los pequeños detalles, los viajes, las comidas, el estar con los compañeros… porque son muchos meses solo. El proceso es difícil, pero es un aprendizaje. Conocemos mejor tu cuerpo».
Marcelino: «Quiero estar al cien por cien para Marce y que pueda contar conmigo donde él quiera, puedo jugar en cualquier lado y soy un jugador que lo da todo. Le pregunté donde iba a jugar y me dijo que en todos los lados, que no me preocupara, que lo importante son las sensaciones y coger confianza».
Álex Baena: «Baena para mí es mucho. Desde que llegué a Vilarreal… mi primer partido lo jugué con sus botas, porque yo no tenía y jugué un torneo en Valencia con sus botas. Fuimos quemando etapas, siempre subíamos juntos de categoría en inferiores y cuando llegué al primer equipo, que él ya estaba, fue un apoyo para mí. Me alegro mucho por lo que esta pasando ahora, porque para él no ha sido tan fácil y me alegro un montón por él. Espero que ahora traiga el oro y hagamos una fiesta».
