Los de Rangnick cayeron eliminados en los octavos de final frene a Turquía después de haber quedado primeros de grupo, superando a Francia y Países Bajos
En el fútbol no existen los favoritos, ni se ganan los partidos antes de jugarlos. Austria ha sido el claro ejemplo en esta Eurocopa. En un grupo D compuesto por Francia, Países Bajos y Polonia; los austriacos llegaban a Alemania con el objetivo de poder clasificarse gracias a ser uno de los cuatro mejores terceros. No obstante, la fase de grupos fue muy favorable para ellos y llegaban a la última fecha con tres puntos y pudiendo conseguir la clasificación, incluso perdiendo contra la selección neerlandesa
Esa última jornada fue la que colocó a Austria como la principal revelación de este Campeonato Europeo. Los de Rangnick consiguieron derrotar a Países Bajos (3-2) en uno de los mejores encuentros que nos ha dejado el torneo. Además con el empate de Francia frente a Polonia, la selección austriaca daba la campanada y alcanzaba el primer puesto del grupo D.
En la fortuna de los cruces, el elegido para enfrentarse contra el combinado de Europa Central fue Turquía, que había finalizado en la segunda posición de su grupo. Ante el papel, la selección austriaca era la favorita para poder alcanzar los cuartos de final y volver a enfrentarse a los Países Bajos. No obstante, el encuentro se comenzó a torcer en el primer minuto de juego cuando Demiral conseguía rematar un balón en el interior del área y anotar el primer tanto. Los de Rangnick siguieron buscando el empate durante los siguientes minutos, pero en el 59′ les llegaría otro mazazo en forma de gol, de nuevo de Demiral y de saque de esquina.
La esperanza volvió siete minutos después cuando consiguieron recortar distancias, pero terminó de desaparecer con la figura de Gunok en el último instante del encuentro. Con el pitido del colegiado Austria decía adiós a una Eurocopa en la que, con su eliminación inesperada en octavos, se ha convertido en la revelación fallida.
