Alejandro Moro firma una fase previa excelsa en Wimbledon y disputará su primer Grand Slam sobre la hierba londinense
El pasado lunes Wimbledon daba el pistoletazo de salida a su edición de 2024 con los partidos de fase previa. 128 jugadores se rifaban las 16 plazas que el torneo otorga al cuadro principal mediante esta vía. Entre los aspirantes se encontraban cuatro españoles: Daniel Mérida, Oriol Roca, Bernabé Zapata y Alejandro Moro. Tan solo este último ha logrado vencer los tres encuentros necesarios para conseguir el particular billete, el cual le permitirá debutar en un Grand Slam.
El madrileño no ha tenido un camino sencillo, pues se ha tenido que ver las caras con tres auténticos `cocos´ como son Joao Fonseca, Matteo Gigante y Dzumhur. La batalla con el brasileño se convirtió en una absoluta oda al tenis con ambos demostrando tener una ambición exacerbada por lograr el objetivo. Moro se impuso 12-10 en el tie-break del tercero gracias a una gestión exquisita de los nervios en los momentos decisivos. Una calma y tranquilidad que ha aprendido a sostener gracias a experiencias como la del último Roland Garros, donde se quedó a las puertas del cuadro principal de una forma un tanto dolorosa.
Gigante no fue rival para el español, mientras que Dzumhur se ha tenido que retirar en la tercera manga tras haber encajado los dos primeros sets. La precocidad de jugadores como Alcaraz, Sinner o Rune parece dejarlo malparado, pero lo cierto es que, a sus 23 años, debería valorarse más la hazaña que supone colarse entre los mejores 128 del mundo. Paso a paso, sigue creciendo de una forma descontrolada y, lo más positivo, es que lo hace sobre todas las superficies.
Seis partidos en hierba
Alejandro Moro es el actual 188 del mundo, pero su evolución en los últimos meses hace presagiar que puede estar luchando por ser top 100 más pronto que tarde. Si tenemos en cuenta los seis primeros meses de año, el madrileño sería el 134, por encima de Rafael Nadal, entre otras leyendas. Siempre se ha caracterizado por ser un terrícola, pues es sobre el polvo de ladrillo donde acostumbra a disputar más partidos. Esta misma temporada, por ejemplo, levantó el título del Challenger de Roma y dejó muy buenas sensaciones en el ATP 250 de Munich.
Pese a las buenas sensaciones previas, su nivel en hierba ha sorprendido a propios y extraños. Moro tan solo había disputado un encuentro sobre dicha superficie antes de esta temporada y lo había perdido. Tras una breve adaptación en el Challenger de Ilkley, del cual salió con un 1-1 de balance, aterrizó en Wimbledon por primera vez en su corta carrera. El sorteo de mañana, a partir de las 11:00, dará a conocer a su rival en primera ronda. Sea quién sea, deberá andar con mucho ojo si no quiere caer a las primeras de cambio.
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