La derrota frente a Francia obliga a los de Rangnick a obtener los tres puntos, si no quieren pasar como terceros de grupo
Con el cambio de formato de la Eurocopa es casi más fácil clasificarse a octavos que quedarse eliminado. De las 24 selecciones que han viajado hacía Alemania, 16 de ellas estarán la próxima semana en los octavos de final. Para ello, todos los primeros y segundos de grupo pasan directamente, a los que se sumarán los cuatro mejores terceros. Una posición, la tercera, que ocupa la selección austriaca con tres puntos en el grupo D en las dos primeras jornadas. Una clasificación que lideran Países Bajos y Francia, respectivamente, con cuatro puntos y que tiene como colista a Polonia, la primera matemáticamente eliminada del campeonato.
En su estreno, Austria cuajó una gran actuación frente a la Selección Francesa y demostró el grado competitivo que caracteriza a los conjuntos de Rangnick. No obstante, no consiguieron puntuar tras encajar un gol en propia puerta de Wober. En la segunda jornada necesitaba reaccionar e intentar sumar una victoria que le acercara mucho a esos octavos de final. Así fue, y los austriacos consiguieron derrotar con un amplio 3-1 a Polonia y sumaron tres puntos que, ahora mismo le colocan como el mejor de los seis terceros. En la última fecha de la fase de grupos, tendrán la opción de clasificarse como primer o segundo clasificado si consigue vencer a Países Bajos y, por tanto, evitar a selecciones como España o Inglaterra en octavos.
