Sabalenka, Raducanu, Badosa y Jabeur, entre otras, no acudirán a los Juegos Olímpicos debido a la peligrosidad que conlleva el cambio de superficies
Mientras que los Juegos Olímpicos masculinos se vislumbran como una de la grandes citas del año, en el femenino todo es oscuridad y aparente pasotismo. Muchas jugadoras del máximo nivel como la actual número 3 del mundo, Aryna Sabalenka, están optando por renunciar ante el estrés del circuito WTA y la insignificancia de la cita cuatrienal en cuanto a puntos se refiere. Raducanu, Badosa o Jabeur, entre otras, habían hecho lo propio previamente al entender el torneo como un lugar en el que perder una de las nueve oportunidades de hacer uso del ranking protegido.
«No voy a jugar los Juegos Olímpicos debido a las reglas de la WTA con respecto a los torneos obligatorios. Tengo que sacrificar algo, y lo primero que tengo que sacrificar son los Juegos. En este momento de mi carrera deportiva, especialmente con todos los problemas que he atravesado en los últimos meses, debo cuidar mi salud. Es bastante complicado… creo que es demasiado, a nivel de calendario es demasiado. Prefiero tomar esta decisión, que consiste en cuidar mi salud», comentaba la bielorrusa en el día de ayer.
El caso de Aryna es particular pues, al igual que Rublev y Khachanov, debería acudir a París bajo bandera neutral. Sin embargo, su decisión, como explicó previamente, no está sustentada bajo ningún pretexto u opinión política. Lo cierto es que las renuncias abren un nuevo debate o casuística, pues al ser tantas no debe entenderse como casualidad. ¿Están siendo los Juegos Olímpicos desprestigiados? ¿Deberían repartir puntos también para atraer a todos los jugadores? ¿O se trata simplemente de las condiciones galas?
El cambio de superficies, un lastre para los Juegos Olímpicos
Uno de los principales motivos que están dando lugar a esta circunstancia es el cambio de superficies. En la mayoría de ocasiones la cita olímpica se disputa sobre pista dura, pero en esta vez se hará en tierra batida al tratarse de las instalaciones de Roland Garros. Las fechas, apenas un mes después de Wimbledon, dificultan todavía más el proceso, pues el cambio de tierra batida a hierba es sideral y requiere de unos tiempos de aclimatación.
La baja de Sabalenka hace que el favoritismo de Swiatek sea todavía mayor, pues la polaca no tendrá que enfrentarse a una de sus mayores rivales. Además, no sería de extrañar que a la ausencia de la bielorrusa se sumen más los próximos días, siendo el nivel de comprensión del circuito es torturante. Una situación que contrasta completamente con el masculino, donde todos quieren estar presentes, pues los alicientes son múltiples. Djokovic luchará por su primer entorchado, Nadal buscará la historia y jugará los dobles con Alcaraz…
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