Italia ganó su segunda Eurocopa en 2021 después de ganar a España en semifinales y a Inglaterra en la final
La UEFA EURO 2021 es, sin lugar a dudas, la edición más anómala de la historia. La competición se desarrolló en once países europeos diferentes, para conmemorar el 60ª aniversario del torneo. Así, se jugó en España, Escocia, Inglaterra, Países Bajos, Alemania, Dinamarca, Hungría, Rumanía, Rusia y Azerbaiyán. Su lugar no fue la única irregularidad, ya que la Eurocopa se disputó un año más tarde de lo debido por culpa de la pandemia de COVID-19, que asoló a todo el planeta en 2020. ´Por si fuera poco, el formato sufrió un cambio notorio, ya que, si bien se mantuvo el número de selecciones clasificadas, las anfitrionas no accedían directamente
Ascenso desde los infiernos
Italia afrontaba la Eurocopa de 2021 como una oportunidad idónea de levantarse tras el fracaso en Rusia 2018. Después de quedar segundos del Grupo G en la fase de clasificación, tuvieron que medirse ante Suecia en un playoff. El solo haber perdido un partido en todo el clasificatorio, ante España, quien obtuvo el primer puesto, Italia partía como favorita sobre su rival. La ida, celebrada en el Friends Arena de Estocolmo, acabó con victoria sueca por 1-0. Tan solo tres días después, ante el público de San Siro, los italianos tenían todo a su favor para culminar la remontada, sin embargo, no fue así. 0-0, empate sin goles y un ridículo histórico, al quedarse fuera de un mundial sesenta años después.
Llenos de rabia y pasada esa Copa del Mundo, Gli Azzurri eran conscientes de que no podían fallar en la Eurocopa. Tras el sorteo previo, los hombres de Roberto Mancini se iban a jugar el pase ante Finlandia, Grecia, Bosnia y Herzegovina, Armenia y Liechtenstein. El miedo al fracaso estaba muy presente tanto en jugadores, cuerpo técnico y tiffosi, pero al final se logró la clasificación.
Italia ganó el 100% de los partidos jugados, incluyendo goleadas a los liechtensteinianos (0-5) y a los armenios (9-1). La plantilla se había repuesto bien del batacazo de Rusia, encontrando los sustitutos perfectos de sus jugadores más veteranos como Gianluigi Buffon o Daniele De Rossi, que dieron un paso atrás tras la eliminación. La nueva camada de jóvenes como Gianluigi Donnarumma, Federico Chiesa, Lorenzo Pellegrini o Nicolò Barella tenían hambre de victorias e iban a querer saciarla en la Eurocopa.
Implacables en su feudo
Tras el sorteo realizado en Bucarest, Italia terminó encuadrada en el Grupo A con Gales, Suiza y Turquía. De primeras, no era considerado el ‘grupo de la muerte’, pero sí se consideraba un grupo muy abierto en el que todos podían ganarle a todos. Italia contó con una pequeña ventaja sobre los demás, ya que sería una de las seis selecciones que jugarían en su propio país, concretamente, en el Olímpico de Roma.
El 11 de junio de 2021, Italia debutó ante los turcos en el partido inaugural de la Eurocopa. Tras una primera parte con dominio ítalo en la que se les resistió el gol, llegó una segunda mitad en la que arrasaron con su rival. Con los tantos de Demiral en propia puerta, Ciro Immobile y Lorenzo Insigne, los italianos consiguieron sus primeros tres puntos en la EURO. Cinco días después, recibieron a Suiza, y con el mismo resultado que ante los otomanos, Italia salió vencedora por tres goles a cero, gracias al doblete de Locatelli y al gol de Ciro Immobile. Matemáticamente, ya habían conseguido el pase a octavos de final, pero aún no habían garantizado la primera plaza.
Para el choque con los galeses, Roberto Mancini alineó a todos los jugadores con un rol más secundario dentro de la convocatoria. Pese a que pudiera parecer una idea arriesgada, ya que los británicos jugaron con su once de gala, Italia acabó ganando con un solitario gol de Matteo Pessina, centrocampista del Atalanta BC. De esta forma, repetían la hazaña del clasificatorio, y acababan la fase de grupos con tres victorias, de tres posibles.
120 minutos de fases finales
Como primera del Grupo A, Italia cruzó con la segunda del Grupo C, es decir Austria. Los austríacos en la EURO 2020 ganaron a Macedonia del Norte y Ucrania y cayeron ante Países Bajos. Dirigidos por Franco Foda, contaban con jugadores de renombre en todo el planeta como David Alaba, Marcel Sabitzer o Marco Arnautovic. El choque estuvo marcado por la intensidad de ambas selecciones y los fallos en el último tercio de campo. Los centroeuropeos pudieron ponerse por delante con un gol de cabeza de Arnautovic, pero el VAR lo anuló por fuera de juego. Ya en la prórroga, Italia decidió dar un paso al frente y en diez minutos pasaron del empate al 2-0. Kalajdzic batió a Donnarumma en el 114′ en una ofensiva desesperada de los suyos, que no fue capaz de forzar los penaltis.
Los cuartos de final le depararon a los italianos un rival muy duro, que venía de eliminar a Portugal, la selección belga. Bélgica, semifinalista en Rusia 2018 y plagada de estrellas como Thibaut Courtois, Kevin De Bruyne o Dries Mertens, entre otros, era uno de los rivales más complicados de los posibles. Italia salió al césped del Allianz Arena muy concentrados y con el afán de tener el control del partido. Bonucci inauguró el marcador a los trece minutos, pero el tanto fue invalidad por fuera de juego. Los azzurri siguieron asediando el área rival, y primero, Nicolò Barella, y posteriormente, Lorenzo Insigne, lideraron a su país hacia la victoria con dos verdaderos golazos. Romelu Lukaku recortó distancias en el marcador con un gol de penalti al término de la primera mitad. En la segunda parte, Bélgica gozó de grandes ocasiones para empatar, pero las imprecisiones de los delanteros terminaron siendo su perdición.
‘Final adelantada’ ante España
Italia-España e Inglaterra-Dinamarca fueron las semifinales de la Eurocopa de 2020. Los españoles superaron a Croacia en octavos de final y a Suiza en cuartos de final, y, pese a no ser una de las principales favoritas a inicios de la competición, había logrado superar las expectativas. Roberto Mancini sabía de la dificultad del encuentro y sabía que al juego horizontal de España solo se le podría vencer con una defensa férrea y transiciones rápidas.
La selección de Luis Enrique buscaron el control del esférico desde el inicio del encuentro, por lo que Italia, que prefería ser más conservadora, se encontró bastante cómoda. Tras una primera parte de igual a igual, con pocas ocasiones para ambos combinados, el partido se rompió en la segunda mitad. Precisamente en una contra, tal y como buscaba el seleccionador italiano, llegó el gol de Federico Chiesa con un potente derechazo a palo largo ante el que Unai Simón no pudo hacer nada.
España se volcó al ataque y en el 80′, logró el gol del empate, culminando un asedio sobre el arco de Donnarumma. Tras una gran jugada personal, Álvaro Morata fue el encargado de forzar la prórroga en Wembley. Sin más goles en el alargue, el partido se fue a los penaltis, donde los ítalos terminaron imponiéndose por cuatro a dos. Italia era finalista más de cincuenta años después.
El enmudecimiento de Wembley
El 11 de julio de 2021, Italia e Inglaterra se enfrentaron en la gran final de la Eurocopa. Los ingleses jugaban en su casa, ante su gente y tras arrasar en la fase de grupos y en la fase de eliminación. Cerca de 70 mil espectadores presenciaron la final. Luke Shaw a los dos minutos abrió el marcador para los británicos, culminando un centro lateral de Kieran Trippier. Wembley estallaba de alegría, pero Italia no había dicho su última palabra.
Después de un inicio bastante negativo para los italianos, volvieron del descanso dispuestos a revertir la situación. Tras un asalto continuado del área de Jordan Pickford, Leonardo Bonucci aprovechó un balón muerto en el segundo poste, para igualar la final. Gareth Southgate se quedó gélido tras el gol, ya que sabía que era un durísimo revés para sus jugadores.
Con 1-1, el partido se fue a la prórroga, y sin más goles se fue e los penaltis. El seleccionador inglés introdujo en el campo a Jadon Sancho y a Marcus Rashford en el descuento de la prórroga para lanzar en la tanda. Inglaterra comenzó poniéndose por delante, tras el fallo de Andrea Bellotti, pero cuando fueron a tirar los revulsivos para la tanda de penaltis, ’11’ envió su tiro al poste y el disparo del ’17’ fue detenido por Gianluigi Donnarumma. Jorginho pudo hacer campeón a su país, pero falló su penalti, sin embargo, en la última pena máxima, el arquero del AC Milan paró el penalti decisivo a Bukayo Saka, silenciando el Estadio de Wembley. 53 años después de que Facchetti levantase el trofeo en Yugoslavia, Italia volvía a ser campeona continental.