Paolini se cuela en su primera final de Grand Slam tras derrocar a una Andreeva que hoy pagó la factura de la inexperiencia
Nunca había pasado de segunda ronda en Roland Garros. Se la consideraba una jugadora experimentada, de esas a las siempre les faltaba una pizca de suerte para ser considerada de las mejores del mundo. No le volverá a pasar eso a Paolini, quién se ha colado en la final del torneo parisino tras derrocar a la jovencísima Andreeva que hoy se ha llevado una lección de la Philippe Chatriér. La italiana, que como mínimo aparecerá en el séptimo lugar del ránking el próximo lunes, ahora se enfrenta a un reto mayúsculo, el de `robarle´ del cuarto entorchado a Swiatek.
Primer set: Paolini define mejor
Ambas se estrenaban en un escenario de la magnitud de las semifinales de Roland Garros. Quizás el hecho de tener enfrente también a una novata ayudó a que no viésemos demasiados errores en los primeros juegos de tanteo. Un arranque en el que la italiana supo aprovechar mucho mejor sus oportunidades y llevarse así el set. Con el 2-1, después de haber sufrido con su servicio en el juego anterior, Paolini rompió el saque de Andreeva y voló hasta el final.
Se hizo con el primer envite resistiendo todos los juegos con su servicio y mostrándose inexpugnable desde el fondo de pita ante el guante que tiene la rusa en su revés. Sufrió de lo lindo para evitar llevarse un contrabreak para el que la jovencísima jugadora de 17 años gozó de hasta cinco oportunidades. Se mostró mucho más efectiva y serena Paolini en esos momentos, haciendo valer su experiencia y sus galones para salir de las situaciones complejas.
El 6-3 quizás era poco representativo por lo visto en pista, pues era mayor la igualdad de lo que representaba. Los nervios afectaban más a Andreeva, errática en ciertos momentos, no moviéndose todo lo bien que debería, dejando entrever alguna carencia que no había aparecido hasta el momento. Por el contra, la confianza de Paolini desbordaba, sus golpes fluían y hasta de revés a revés rompía la hegemonía de la rusa.
Segundo set: Andreeva se desespera
Swiatek ya esperaba en la final, deseando una dura pelea entre sus dos posibles oponentes, pero lo cierto es que las esperanzas de Andreeva se iban diluyendo con el paso de los juegos. Más aun con el break de Paolini en el tercer juego de esta segunda manga tras el cual la rusa rompía a llorar de la impotencia, circunstancia propia de su edad. Las lágrimas derramadas parecieron desinhibirla de toda presión mediática y comenzó a golpear a la bola con más dureza, aunque esa tampoco resultaba ser una fórmula efectiva.
Las ansias la comían, queriendo definir a las primeras de cambio, siendo demasiado directa y yendo totalmente contracorriente al estilo que la permitió llegar a las semifinales. Terminó por hundirse ante la regularidad de Paolini, quién daba la sensación de estar mejor físicamente pese a tener que disputar también las semifinales de dobles. No volvió a permitir que sumaran un juego en su contra y así se cuela en la primera final de Grand Slam de su carrera.
Andreeva se marcha de París tras dos semanas de ensueño que han terminado de una forma un tanto agridulce. Pese a los llantos de hoy, la rusa se llevará con ella una gran lección que, a buen seguro, le servirá de aprendizaje para el futuro. No volverá a fallar cuando se encuentre en una situación similar a la de esta tarde en la Philippe Chatriér porque su calidad, talento y precocidad son indudables. Ha llegado para marcar una época.
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