El estadounidense, de 26 años, disputó su primera temporada en la ELF con los Vienna Vikings y será el primer mariscal de campo de la historia de Madrid Bravos
Al igual que muchos jugadores universitarios de fútbol americano en Estados Unidos, Christopher Helbig no logró alcanzar la NFL. A pesar de mostrar un gran talento en el instituto, sus tres años en College no fueron suficientes para causar sensación en ninguna franquicia de la liga norteamericana. Nacido en Thornton, una ciudad de Colorado a pocos kilómetros de Denver, Chris Helbig pasó por cuatro universidades distintas antes de trabajar durante dos años como representante de ventas.
Los altibajos colegiales
El nuevo quarterback (QB) de Bravos fue un jugador destacado en high-school. Fue seleccionado dos veces como All-State, una vez como el mejor jugador del año en su conferencia y estableció récords estatales como pasador. Al finalizar su etapa de instituto, Helbig no se fue muy lejos, pues en 2016 se comprometió con el equipo de la universidad estatal, los Colorado Buffaloes. Consiguió entrar en la Division I, la más importante de la NCAA, sin embargo, aparecieron los primeros problemas. Sufrió una lesión en el ligamento cruzado anterior y tuvo que sacrificar su posición, pues le mandaron a la secundaria y empezó a desempeñar funciones defensivas como safety.
Dicha decisión, sin haber jugado todavía, provocó su descontento y su primer traslado a una universidad de menor categoría como Butler Comunnity College (Kansas), para completar con los Grizzlies su temporada freshman en 2017. De vuelta en su puesto de QB, Helbig jugó 11 partidos en los que consiguió 1.661 yardas para 16 touchdowns y 12 intercepciones.
En 2018, Chris Helbig tuvo que hacer las maletas otra vez y cambió Kansas por Utah para regresar a la Division I, aunque a su segunda categoría, la FCS. En su segundo año sufrió otro revés, ya que como sophomore con la Southern Utah University solo pudo disputar 4 partidos por culpa de una rotura de clavícula. La lesión lo mantuvo alejado del césped durante el resto de la temporada y no regresaría hasta 2019. Los Thunderbirds apostaron por él en su tercer año y Helbig cuajó una temporada correcta individualmente, pero decepcionante en lo colectivo (récord de 3-9). Terminó su periodo en Utah con 2.952 yardas que culminaron en 15 anotaciones, aunque a costa de 11 intercepciones. A sus 22 años, el quarterback quiso continuar desarrollando su carrera y se comprometió en 2020 con la Eastern Michigan University, pero la pandemia no le permitió seguir progresando.
La pandemia y su regreso al fútbol americano
Al quedarse sin fútbol americano a causa del Covid-19 y viendo frustrada su carrera, Chris Helbig buscó una forma de ganarse la vida y la encontró en el sector de ventas y marketing. Estuvo un año trabajando en UniFirst, una empresa de alquiler de uniformes, y otro en TD Synnex como ejecutivo de cuentas, una compañía distribuidora de tecnología. Pese a que Helbig se desentendió del deporte debido a la pandemia, no estaba contento con cómo terminó su trayectoria y no se quiso rendir, según le confesó al periodista Sam Brief en una entrevista. Así es como en 2022 decidió retomar su actividad deportiva y testar su rendimiento en Europa. De la mano de los Potsdam Royals de la German Football League (GFL), la máxima categoría alemana de fútbol americano, el quarterback demostró su talento a este lado del charco.
En Alemania lideró a su equipo hasta la German Bowl con un récord perfecto de 12-0 en el tramo regular, pero una nueva lesión les arrebató en título. Helbig no pudo disputar el partido por el campeonato a consecuencia de lesionarse en las semifinales. Aquel resultado le permitió consolidarse como uno de los mejores jugadores de la competición, logrando distinguirse como el número uno en las estadísticas ofensivas más relevantes (yardas de pase, yardas totales y touchdowns). Tras una gran temporada en la GFL como capitán de los Royals, Helbig llamó la atención entre las franquicias que componen la European League of Football (ELF), la mayor competición de fútbol americano en Europa.
Al mariscal de campo se le presentó la oportunidad de firmar con el campeón del curso anterior, los Vienna Vikings. Ya como QB de los Vikings, en la pasada temporada 2023 de la ELF lideró a la franquicia austriaca hasta las semifinales (con otro impecable 12-0 en el periodo regular), pero cayeron ante Sttutgart Surge por 40-33. En su primer año como quarterback titular de la ELF sumó 2.372 yardas para 18 touchdowns y 6 intercepciones. Ahora, en 2024 se ha propuesto el reto de elevar el nivel de su nuevo equipo, la franquicia española recién creada, Madrid Bravos. En la plantilla contará con compañeros de nombre como el receptor Willie Patterson, vigente campeón con Rhein Fire.
El Josh Allen de la European League of Football
Chris Helbig ha demostrado ser un ganador en Europa (24-0 en dos temporadas regulares) y que tiene la capacidad y la experiencia para liderar a un equipo, cualidades que fascinaron al gerente general de Bravos, Jaime Martín Lostao. El también cofundador y copropietario de la franquicia mostró su entusiasmo por la incorporación del quarterback estadounidense: «Chris promete espectáculo y liderazgo, es justo lo que necesitamos para nuestro primer año y no podemos estar más contentos«.
El periodista Alex Malchow del medio digital American Football International, comparó a Chris Helbig con la estrella de la NFL Josh Allen. Se trata de un mariscal de campo inteligente, ágil, hábil en la carrera y cuya arma principal es su potente brazo, capaz de colocar el balón en las manos de sus receptores. La similitud es palpable y sus trayectorias son similares. Ambos son grandes talentos en su posición, pero que no han logrado todavía un título en su carrera profesional. Helbig se ha colado en el puesto número 22 del TOP 100 de mejores jugadores de la European League of Football.
El dorsal 7 tiene la oportunidad de hacer historia en la primera temporada de Madrid Bravos como franquicia de la ELF. Está rodeado de un cuerpo técnico experimentado, jugadores competentes y una estructura sólida. Con una plantilla confeccionada para competir desde el primer minuto y capitaneada por un QB del calibre de Helbig, en Madrid hay motivos para aspirar al campeonato.
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