Alexander Zverev vuelve a ganar un Masters 1000 y lo hace en Roma, ciudad en la que ganó su primer gran torneo en 2017. Ha vencido en dos sets al chileno y revelación de la edición, Nico Jarry
El que un día se cayó en la tierra batida provocándose una lesión muy grave, hoy, ha ganado su cuarto Masters 1000 en arcilla. Se ha convertido en la pesadilla de los chilenos, venciendo a Tabilo en las semifinales y a Jarry en la final. Alexander Zverev está de vuelta definitivamente y con este título en Roma se postula como uno de los grandes favoritos para Roland Garros. Así se ha desarrollado la final entre Zverev y Jarry.
Primer Set
Ambos tenistas empezaron, tal y como se esperaba, muy sólidos al saque. Los tres primeros juegos fueron en blanco. En los puntos, Zverev manejaba el timón. Los dos se movían de lado a lado pero en la mayoría de ocasiones Jarry forcejeaba antes que el alemán.
Precisamente, el primer set se construyó de esta manera, sin muchas variantes en cuanto a estrategia. Solo se variaban la dirección de los golpes y pocas dejadas se vieron. Zverev se pudo beneficiar de esta situación, pues los nervios de Jarry pasaron factura. El alemán y actual número 4 del mundo consiguió el break definitivo que ponía un set arriba en el marcador para él (6-4).
Segundo Set
La segunda manga inició con la misma tónica. Nico Jarry no conseguía desbaratar a un Zverev que, en todo momento, apostó por la calma y la construcción del punto para facilitar la colocación de bola. El alemán ganaba sus juegos de forma fácil, todo lo contrario que el chileno.
Si bien parecía que Jarry empezaba a sentirse más inspirado, pues pudo firmar algún que otro meritorio winner, el partido caería del lado de ‘Sasha’. En el 6-5 y en la cuarta bola de campeonato, Zverev iba a ganar.
Alexander se convierte de nuevo en campeón de un Masters 1000, y lo ha hecho a lo grande, ganando con comodidad a su rival en la final y advirtiendo de que va muy en serio para este próximo Roland Garros.