Rodrigo De Paul asistió a la gala de los prestigiosos premios Laureus en Madrid y aseguró que la temporada del equipo estaba siendo buena
El pasado lunes se celebraba en el palacio de Cibeles de Madrid la gala de los premios Laureus. También conocidos como los «Oscar» del deporte. Se dieron cita grandes personalidades del mundo del deporte como Novak Djokovic, Rafael Nadal, Tom Brady o Usain Bolt. En representación del club rojiblanco asistieron al acto Simeone y De Paul. El centrocampista argentino atendió a los medios de comunicación y dijo lo siguiente acerca de la temporada del Atlético de Madrid. «Bueno yo creo que en líneas generales es una gran temporada para el Atlético de Madrid, llegando otra vez a semifinales de Copa del Rey, volviendo a jugar unos cuartos de final siempre queda el dolor de no continuar pero clasificamos al mundial de clubes y esperemos cerrar un gran año en Champions”.
¿Enserio? ¿Estar a veinte puntos del primer clasificado en la competición liguera es una gran temporada?¿Arrastrarse por campos como Mendizorroza, Gran Canaria o Los Juegos Mediterráneos es una gran temporada? Creo que De Paul se refería a otra cosa. Ha habido grandes destellos de calidad e ilusión durante la temporada, pero eso no es una gran temporada. Las victorias frente al Real Madrid en casa. La agónica clasificación frente al Inter en penaltis. Todos estos partidos hacen que el aficionado recuerde la presente campaña como lo que pudo ser y no fue.
Porque si miramos el fondo de todos estos partidos, ¿a dónde llegamos? La clasificación frente al ya campeón de Italia trajo consigo a la cenicienta del sorteo en cuartos de final. El Borussia Dortmund. No había que vender la piel del oso antes de cazarla, pero evitar a PSG, City o Madrid en cuartos era a priori, mejor que enfrentarse a ellos. El resultado, pintada de cara en Dortmund en diez minutos y adiós al sueño de la orejona. Debería decir De Paul a los 4000 aficionados que se dejaron su tiempo y dinero en ir al Signal Iduna Park, que el equipo está haciendo una «gran temporada».
Copa del Rey. Siempre la opción más factible para tocar plata. Cuatro partidos para presentarse en una final. Se consigue eliminar al Real Madrid y al Sevilla, en casa, por supuesto. Pero el sorteo depara un enfrentamiento frente al Athletic Club con la vuelta en San Mamés. Un partido sin acierto en el Metropolitano te deja la eliminatoria 0-1. La sensación al salir del estadio de la parroquia rojiblanca era clara. Estaban eliminados. No se habían disputado aún los 90 minutos restantes de la eliminatoria y ya se daba por perdido. Dice esto mucho de la capacidad del equipo fuera de casa. 3-0 en San Mamés y para casa. Recibir cuatro goles en una eliminatoria y no ser capaz de meter ninguno, ¿es una gran temporada?
Está claro que el objetivo para la directiva a principio de temporada es clasificarse para la Champions, y en caso de que Real Madrid o Barcelona fallen, estar ahí cerca. Pero cada vez importa menos los títulos, la idea de Gil Marín es vender al mejor postor cuando se acaben las obras que rodean al Estadio Metropolitano. Viendo lo que exigen desde arriba, es normal que el vestuario considere que esta temporada mediocre sea una «gran temporada».