Este fin de semana se celebra la tercera prueba del campeonato de IndyCar y estas son algunas de las claves para seguir la competición
¿Qué es la IndyCar?
A menudo, cuando una persona piensa en coches de carreras, se le viene a la mente la Formula 1. La velocidad, el glamour, Fernando Alonso, los adelantamientos, y más. Pero existe automovilismo más allá de esta competición. De hecho, la F1 es solo la porción más vistosa de un pastel lleno de gasolina.
En el mundo del motor conviven diferentes disciplinas: el mundial de resistencia (WEC); de Formula Eléctrica (FE); o bien competiciones menos conocidas a nivel global pero muy seguidas en su país. Este es el caso de la IndyCar.
Una Formula 1 diferente
Lejos de la fama y las portadas de revistas, se encuentra la IndyCar. Un campeonato americano, al igual que otras competencias como NASCAR, que resalta por las carreras de monoplazas combinando pruebas en circuitos ruteros como óvalos.
Con la temporada 1996 como la primera de su historia, esta competición resalta por el desafío que supone poner un coche de estas características a más de 350 km/h. Si bien el campeonato no cuenta con especial repercusión, su prueba más famosa es conocida mundialmente por todos los amantes del motor: las 500 millas de Indianapolis.
Las 500 millas de Indianapolis
Desde tiempos inmemorables, las 500 millas de Indianapolis o, simplemente, la Indy 500 ha sido una de las carreras más famosas del mundo del automovilismo. Sin ir más lejos, forma parte de la conocida como triple corona, por lo que ganarla es sin duda la cúspide de la trayectoria de muchos pilotos.
Leyendas como Emerson Fittiplaldi o Juan Pablo Montoya cuentan con este trofeo en sus vitrinas, pero otros pilotos laureados como el propio Fernando Alonso no han logrado esta hazaña. Actualmente, los corredores con más victorias en esta prueba son A.J. Foyt, Sr. Al Unser, Rick Mears y Helio Castroneves, con 4 triunfos cada uno.
Como curiosidad, en los primeros años de existencia de la F1, la Indy 500 formaba parte del campeonato. Eso sí, como prueba no puntuable y, principalmente, sin los pilotos habituales de la competición.
Álex Palou, un español que logró el sueño americano
Hablar de IndyCar es hablar de Álex Palou. La historia reciente de la competición cuenta con un español que ha logrado situar en el mapa a la IndyCar. Con dos títulos bajo sus brazos, Palou ha exprimido al máximo eso de «adaptarse al cambio».
Forjado en otras disciplinas como la SuperFormula japonesa, llegó en 2020 a Estados Unidos en busca del sueño americano. Y lo cumplió. En apenas cuatro temporadas ha obtenido mucho éxito, e incluso ha sonado para entrar en la F1 gracias a sus prodigiosas actuaciones.
El salón de la fama de la IndyCar
Como se ha mencionado anteriormente, hay pilotos que han alcanzado la gloria en la Indy 500 en numerosas ocasiones. Pero si se menciona IndyCar, se comprueba que hay muchas otras leyendas de esta competición que, pese a no haber ganado las 500 millas de Indianapolis, o haberlo hecho en una sola oportunidad, han dejado huella en IndyCar.
Nombres como Scott Dixon o Dario Franchitti han conseguido numerosos logros en IndyCar y campeonatos que merecen ser reconocidos por todos los espectadores de esta disciplina. Tanto los nuevos como los más veteranos.
¿Cómo funciona la IndyCar?
Si bien los aficionados a la F1 están acostumbrados a un sistema de puntuación estándar y sin excesivas variaciones, el de IndyCar es muy distinto. Para empezar, el ganador de la carrera obtiene nada más y nada menos que 50 puntos, por lo que es común presenciar pilotos que al final de la temporada cuentan con 5000 unidades en su casillero.
Por otro lado, en esta competencia cobran real importancia las bonificaciones o puntos extra. Por ejemplo, el poleman se lleva un punto (salvo en Indianapolis); otro punto por liderar una vuelta en carrera; y bien dos más para el corredor que más vueltas lidere de la prueba.
Calendario
El calendario de IndyCar es más que variado. Combina circuitos permanentes, urbanos y a su vez óvalos. Actualmente cuenta con hasta 17 carreras, entre las cuáles tres de ellas son en ciudades (St. Petersburgo, Long Beach y Toronto); siete en circuitos ruteros (Alabama, Indy GP, Belle Isle, Road America, Laguna Seca, Mid-Ohio y Portland); y el resto en óvalos (Indy 500, dos carreras en Iowa, Gateway, otras dos pruebas en Milwaukee y la carrera final en Nashville).
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